Turquía
Turquía

La está envuelta en una "alta incertidumbre" a medida que las perspectivas para los mercados emergentes se deterioran drásticamente y las tensiones comerciales se intensifican, señaló la (OCDE).

El sombrío análisis llevó al organismo con sede en París a recortar sus proyecciones de crecimiento mundial para este año y el próximo con revisiones particularmente abruptas para Turquía, , Sudáfrica y Brasil.

Desde las últimas proyecciones económicas emitidas en mayo, la OCDE dijo que las diferencias entre las economías se han ampliado, la confianza ha disminuido y las encuestas empresariales en todo el mundo apuntan a una desaceleración. En palabras sencillas: "La expansión puede haber alcanzado su punto máximo", dijo la OCDE.

El comercio es una fuente central de riesgo en el análisis de la OCDE. Los aranceles y los cambios de políticas ya han golpeado los flujos y los precios en algunas áreas, y también han afectado la percepción y los planes de inversión. El comercio mundial se ha enfriado más rápido de lo esperado, cayendo a alrededor del 3% en el primer semestre del 2018, desde un 5% en el 2017.

Mientras la entre Estados Unidos y China se intensificaba esta semana luego que Pekín dijera que tomaría represalias contra la orden del presidente Donald Trump de imponer más aranceles, la OCDE advirtió que la situación podría empeorar.

"Un nuevo aumento de las tensiones comerciales tendría efectos adversos significativos sobre la inversión global, el empleo y el nivel de vida".

El aumento del proteccionismo es una amenaza adicional para las economías de mercados emergentes, que ya padecen condiciones financieras más restrictivas y perspectivas de crecimiento más débiles.

La OCDE redujo su proyección para el crecimiento de Turquía el próximo año en 4.5 puntos porcentuales a solo 0.5%. Para Argentina, ahora pronostica una contracción de 1.9% este año y un estancamiento en el 2019.

Por ahora, se ha evitado un mayor contagio en los mercados emergentes, dijo la OCDE. Pero advirtió que podría haber "tensiones más profundas" y un declive aún mayor en la percepción de los inversores, especialmente si los bancos centrales de las economías avanzadas ajustan la política monetaria más rápido de lo esperado.

Aun así, la OCDE señaló que la Reserva Federal de EE.UU. debería continuar normalizando su política, dado el fuerte crecimiento a corto plazo y las probables presiones inflacionarias por el bajo desempleo.

Sin embargo, ofreció un apoyo menos claro para los planes de salida del Banco Central Europeo, diciendo que la mayor incertidumbre sobre Italia y el Brexit, así como las perspectivas de crecimiento moderadas, pueden requerir "un ritmo más gradual de normalización".