Redacción Gestión

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(Bloomberg View).- La marcada caída del viernes de los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense sugiere que los mercados de renta fija han interpretado el decepcionante informe sobre empleo de la semana pasada como un indicio de que la economía enfrenta un debilitamiento de la demanda.

El resultado es que los operadores redujeron de forma significativa sus expectativas de un aumento de la tasa de interés por parte de la Reserva Federal a mediados de este año, lo cual a su vez hizo bajar los rendimientos en el resto del mundo.

La reacción es comprensible, pero es una de tres posibles conclusiones a extraer del informe sobre empleo de mayo que se difundió el viernes. Las otras dos hipótesis son mucho menos categóricas en lo relativo a la demanda y también a las perspectivas del salario y la inflación. Por otra parte, como cada una de las posibles conclusiones cuenta con datos que la sostiene, ninguna debería considerarse dominante, al menos por ahora, lo que podría sugerir que los movimientos del mercado del viernes habrían sido una reacción exagerada.

Sin duda la creación de empleo de mayo fue decepcionante: se generaron apenas 38,000 puestos de trabajo, muy por debajo de las estimaciones de alrededor de 160,000. Para colmo de males, los datos de marzo y abril se revisaron a la baja por un total de 59,000 empleos.

Al experimentar los rendimientos una gran caída de alrededor de 10 puntos básicos para los bonos del Tesoro a dos y 10 años, los mercados de renta fija de inmediato dieron signos de una notable preocupación por las perspectivas de la demanda estadounidense y, por lo tanto, también por el crecimiento económico y la inflación.

El resultado fue que los actores del mercado consideraron que un aumento de la tasa de interés en junio quedaba descartado y retrasaron de forma significativa las estimaciones sobre el momento y el ritmo de cualquier incremento de las tasas. Después de todo, la Fed ya había manifestado su preocupación respecto de la fragilidad de la economía global y los consiguientes obstáculos para el crecimiento de los Estados Unidos.

Pero ese análisis se sostiene solo si la hipótesis de la demanda en jaque resulta correcta. Las otras dos posibles explicaciones de los débiles datos de empleo, si es que son relevantes, abonarían la conclusión de los mercados.

Las cifras de un solo mes no confirman un cambio de tendencia. Eso es especialmente cierto para el caso de los datos mensuales de empleo, que son datos con muchos ruidos. Por otra parte, hay otros indicadores que sugieren que la economía estadounidense, si bien dista de ser floreciente, sigue avanzando. Esa fluidez debería generar mayor prudencia en relación con conclusiones de un determinismo exagerado sobre el impacto del informe del viernes, sobre todo dado que contradice la tendencia que parecían marcar muchos de los datos de empleo de meses anteriores.

La tercera posibilidad es que las decepcionantes cifras de creación de empleos tengan mas que ver con la oferta que con la demanda. Después de todo, la tasa de participación, que ya era vacilante, declinó 0.2%, a 62.6%, muy cerca de su menor nivel histórico. Al mismo tiempo, los salarios crecieron 0.2% en mayo, lo cual llevó a 2.5% el aumento interanual. Eso se suma a otros indicios que confirman que la fuerza de trabajo de los Estados Unidos podría experimentar el comienzo de un problema de falta de concordancia en cuanto a calificación, si bien los datos son en extremo parciales y muy anecdóticos.

Por ahora, la información es insuficiente para determinar cuál de las tres hipótesis se impondrá. En realidad, las tres podrían estar operando en este momento e intensificando la "inusual incertidumbre" que enfrentan las autoridades de la Fed.

Eso no significa que la Fed podría subir las tasas de interés cuando los funcionarios se reúnan la semana próxima. No lo hará. La probabilidad de que eso suceda ya era limitada debido a la incertidumbre derivada del referéndum de este mes sobre la pertenencia del Reino Unido a la Unión Europea.

Sugiere, sin embargo, que los mercados se habrían apresurado al hacer cambios tan drásticos de las perspectivas sobre las tasas de interés para el resto del año. Si sacaron una conclusión apresurada, como sospecho, los inversores seguirán este año en un contexto muy volátil de tasas de interés conforme varíen las expectativas sobre las decisiones de la Fed.

Por Mohamed El-Erian.