(Foto: Reuters)
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No hay que preocuparse por el suministro de petróleo a largo plazo, según opina Goldman Sachs Group Inc.

Si bien la OPEP y sus aliados, entre los que se encuentra Rusia, no concretaron los detalles sobre cómo eliminarían los recortes de producción que continuarán hasta finales de 2018, se comprometieron a ser "ágiles y receptivos" y a revisar el progreso sobre la reducción de inventarios en una reunión de junio, dijo el banco en un informe.

Esta postura indica un riesgo reducido tanto de aumentos imprevistos en la oferta como de una caída excesiva de las existencias, según Goldman.

"Esto nos lleva a reiterar nuestra opinión de que la volatilidad implícita que se está dando desde hace tiempo sigue siendo excesiva", escribieron analistas, entre ellos Damien Courvalin y Jeffrey Currie en un informe del 30 de noviembre, refiriéndose a un indicador del nerviosismo de los inversores.

La Organización de Países Exportadores de Petróleo y los países socios fuera del grupo acordaron el jueves en Viena prolongar el acuerdo para limitar la producción más allá de su fecha de vencimiento anterior del 31 de marzo.

El pacto incluso se fortaleció mediante la inclusión de Nigeria y Libia, dos miembros de la OPEP que quedaron inicialmente exentos de los límites.

La duración de la ampliación ayuda a reducir el riesgo de un fuerte aumento en la producción por la alta y creciente capacidad disponible en la actualidad, según Goldman.

Si bien Nigeria y Libia se han comprometido a mantener la producción por debajo de los máximos de 2017 por un total conjunto de 2.8 millones de barriles diarios, el banco no esperaba que ninguno de los países superara ese nivel el próximo año.

Los productores de petróleo quieren encauzar las existencias al promedio de cinco años al mantener los recortes de 1,8 millones de barriles diarios durante nueve meses más. Desde que el pacto comenzó hace aproximadamente un año, los inventarios mundiales se han reducido y los precios han avanzado.

No obstante, el grupo se enfrenta al riesgo de un alto suministro de petróleo proveniente de los yacimientos de shale de Estados Unidos por la subida del precio del crudo.

El nivel objetivo de inventarios sigue siendo más alto de lo que Goldman asume actualmente en sus balances, pero el banco considera que la evaluación de la OPEP sobre la oferta a medio plazo es demasiado conservadora, según indicó en el informe.

"Esto apunta a un posible "backwardation" incluso mayor de lo que actualmente se proyecta para 2018, aunque con precios diferidos más bajos", dijeron los analistas, refiriéndose a una estructura de mercado en la que los futuros a corto plazo son más costosos que los contratos posteriores.