En la última década, las tendencias disruptivas de largo plazo han tomado relevancia en la sociedad y los negocios. Desde las múltiples aplicaciones de los avances tecnológicos (cuidado de la salud, seguridad de la información, plataformas digitales), hasta el cuidado del medio ambiente (producción de energías limpias, protección de los recursos naturales, responsabilidad corporativa), los fondos temáticos han ido ganando importancia como una alternativa de inversión para capturar el desempeño esperado en los activos financieros que brinden exposición a estas tendencias.