Los precios de las materias primas pueden estar diciéndonos que se está repitiendo el 2008.

Si bien el plan de Estados Unidos de más aranceles para China aún no ha reverberado por completo a través de los mercados globales, algunas materias primas y medidas relacionadas ya se ven frágiles. Ese puede ser un indicio temprano de una desaceleración económica, de acuerdo con el Bank of New York Mellon Corp.

"Parece que los precios de las materias primas se están preparando para desafiar sus débiles tendencias alcistas desde 2016", escribió Simon Derrick, principal estratega cambiario del banco, en una nota el jueves. "Indicios similares en el 2008 proporcionaron una advertencia temprana de un menor crecimiento".

The Baltic Dry Index -una medida de los costos de flete- ha estado bajo presión desde diciembre, señala Derrick. Los metales como el cobre, el mineral de hierro y el oro comenzaron a sufrir poco después de los informes y anuncios sobre restrictivas medidas de comercio de Estados Unidos. Luego, el efecto llegó a activos como el dólar australiano a medida que comenzaron a crecer las preocupaciones de una guerra comercial.

El retroceso ha llegado pese al optimismo sobre el crecimiento económico, y Derrick dice que la situación recuerda a julio del 2008, cuando "todo parecía color de rosa", pero surgieron informes de que el comienzo de la temporada de viajes en automóviles en Estados Unidos había sido el tercero más largo en que se registró una caída en los kilómetros conducidos en 66 años de un año frente al anterior.

El Baltic Dry Index había caído un 30% desde su máximo de mayo para entonces. Señaló que las disminuciones proporcionaban un indicio temprano de que la economía mundial se estaba desacelerando rápidamente.

De vuelta al día de hoy, donde el presidente de los Estados Unidos Donald Trump estaría planeando imponer US$ 50,000 millones en aranceles a China, y China podría tomar represalias con medidas propias.

Los ministros de finanzas y los banqueros centrales del Grupo de los 20 advirtieron a EE.UU. que está poniendo el orden del comercio internacional en riesgo por los fuertes aranceles al acero y el aluminio. Y eso se produce después de que Estados Unidos apuntara a los paneles solares y lavadoras en enero.

"Lejos de que la inflación sea la principal amenaza para los mercados en los próximos meses, las crecientes tensiones comerciales podrían surgir como la fuerza impulsora, haciéndose sentir a través de una desaceleración en China y otros lugares", dijo Derrick.