En 2019, Gartner pronosticó que el 80% de los centros de datos tradicionales dejarían de existir para 2025. Sin embargo, un año después, la pandemia de la COVID-19 —la primera pandemia de la era digital— forzó una digitalización masiva que, por el contrario, convirtió a los centros de datos en instalaciones de misión crítica y desencadenó programas ambiciosos para su expansión con el fin de cubrir el aumento de la demanda.