Paul Mitchell, líder global de Minería y Metales en EY, prevé que la productividad continuará siendo el problema operacional número uno en el sector en los próximos 30 años.

Paul Mitchell, líder global de Minería y Metales en EY, visitó el Perú por primera vez hace unos días para compartir su conocimiento sobre el futuro de la minería en la cuarta revolución industrial. En diálogo con Gestión, el experto explicó el impacto de las nuevas tecnologías en el sector y brindó consejos para abordar los conflictos con comunidades en torno a proyectos mineros.

¿Cuál de las nuevas tecnologías tendrá el mayor impacto en
la minería?

Creo que la gran oportunidad ahora vendrá de la digitalización de los procesos y la razón de esto es porque puede usarse para mejorar la productividad, que ha sido el problema operacional número uno de la industria minera durante los últimos 30 años y estoy seguro que lo
será en los próximos 30 años. Si se puede usar la digitalización para ayudar a resolver e incrementar la productividad, se puede incrementar los márgenes, el valor de la industria y las ganancias para todos.

¿Qué riesgos conllevan estas nuevas tecnologías para la industria?Creo que hay dos riesgos, el más obvio es la ciber (seguridad), mientras se realiza la implementación digital, se tiene que pensar en la ciberseguridad y protección. El otro riesgo es que no invertimos lo suficiente en digital, y si no lo hacemos en cinco años nos vamos a quedar rezagados de otras industrias y no vamos a atraer capital al sector minero y eso es fundamental.

¿Qué metal será clave en los próximos años ante estas nuevas tecnologías y productos?
En los próximos dos a cinco años, el cobre seguirá siendo
el metal más importante para este lado del mundo.

¿Por qué?
La ventaja del cobre es que puede ser usado en el mundo antiguo, como edificios e infraestructura, y en el nuevo mundo (digital); mientras que el litio solo puede ser usado en el nuevo mundo, creo que esa ventaja en los próximos años será significativa. Además, la
otra ventaja que el cobre tiene es que una industria formal,
de hecho hemos desarrollado el cobre en una industria, está
bien establecido en la cadena de valor, esa es una de las razones por las que va a seguir siendo muy importante.

¿Cómo depender menos de los precios de los commodities?
La mejor manera de lidiar con precios menores o cambiantes de las materias primas es tener los costos más bajos, y los costos más bajos posibles no necesariamente vienen de reducir los costos, sino de incrementar la productividad, creo que esa es otra razón de porque debemos enfocarnos en la productividad.

Conflictos mineros

¿Qué deben hacer las mineras y el Gobierno para mejorar las relaciones con las comunidades?
Creo que lo mejor que pueden hacer las empresas es entender qué es valioso para esas comunidades, no hay una única solución para cada comunidad y ver si hay una manera de ayudarlas a obtener ese valor material, no tenemos que proveer todo, pero tenemos que asegurarnos de crear un ambiente donde se pueda proveer esto. Los gobiernos tienen que asegurarse que el dinero recaudado de las mineras vaya a las comunidades y sea gastado de forma inteligente y valiosa, eso
es lo mejor que pueden hacer.

¿Cómo atraer talento capacitado a la industria (minera)?
Mientras más empleos el Perú genere para los peruanos, mejor. La mayoría del empleo en la industria debería de ser para los peruanos. No tiene que haber ‘escuelas de minería’, pero las instituciones educativas pueden enseñar temas especializados como ingeniería eléctrica, para entender cómo se programan ciertas máquinas. Ese tipo de procesos educativos va a ser muy importante, y creo que mientras
más combinemos la educación, las personas van a tener una educación más amplia y la industria minera tiene que entender otros frentes, y la ingeniería tecnológica a su vez entender sobre minería. Mientras más se combine la educación será mejor para el futuro.

Si bien es su primera visita al Perú, ¿conoce de algún caso exitoso de relaciones comunitarias?
Una muy buena experiencia es el caso de Nexa al construir su propia planta de desalinización asumiendo su responsabilidad de los hechos y brindando los recursos apropiados y necesarios, haciendo estos recursos más sostenibles mientras se invierte algo de capital en cosas
como esta planta de desalinización. Creo que es una gran manera de pensar hacia adelante, entender qué va a necesitar la mina y, de forma
más amplia, entender qué van a necesitar las comunidades. Ese ha sido un ejemplo excelente de qué se puede hacer de manera positiva.

Para atraer más inversiones mineras
hay que asegurarse que las reglas y
procedimientos sean coherentes y fáciles de entender.


Tres factores clave para atraer más inversiones

En el Perú ya están presentes grandes empresas mineras y se está haciendo un buen trabajo en términos de atraer inversiones mineras, sostiene Paul Mitchell, socio líder de Minería de EY. Sin embargo, remarca que para que un país atraiga más inversiones hay tres factores vitales.

Uno es asegurarse de que las reglas y procedimientos sean coherentes y fáciles de entender. “Lo que puede ahuyentar sobre todo a los inversores extranjeros es no entender los regímenes de aprobación. Pueden venir, identificar una mina y gastar dinero en exploración, pero luego no pueden iniciar la mina”, señala.

En su opinión, se debe garantizar que el proceso sea fácil de entender y coherente, no tiene que ser simple o restarle lo que el país considera que es participación justa, ingresos y ese tipo de cosas, pero tiene que ser fácil de entender porque (los inversionistas) realizan sus cálculos y tiempos con base en esto, subraya.

Otro aspecto es cómo manejar las relaciones comunitarias, “lo cual es un tema clave en el Perú, donde un grupo de empresas extranjeras se han topado con problemas a raíz de estas relaciones”. 

“Creo que si el Gobierno puede ayudar con esas relaciones, si puede asegurar que las comunidades reciban su participación justa, será más fácil para las compañías operar aquí, crear valor, empleos, etcétera”, dice. Y, lo tercero, es brindar un sistema educativo adecuado, garantizando que exista talento disponible para desarrollar la industria minera del país.