Los mercados globales comenzaron febrero con rentabilidades mixtas, las cuales se están viendo afectadas por la temporada de resultados corporativos, y dejan atrás el peor enero para los activos de riesgo desde la crisis financiera del 2008-2009 y el peor mes para el S&P 500 desde marzo del 2020. Sin embargo, las acciones pierden momentum, luego de que algunas empresas tecnológicas mostraran débiles resultados corporativos.
A la fecha han reportado 277 empresas del S&P 500, equivalentes a un 55% del índice, con alrededor de un 82% de ellas sobre las estimaciones de crecimiento de utilidades, las cuales están casi 9.0% sobre los niveles proyectados. Además, en promedio, las utilidades de las compañías del índice crecen 30%, siendo lideradas por el sector industrial y de materiales, mientras que las ventas en promedio aumentan 16%.
Todo esto se da en un contexto en que las presiones inflacionarias siguen latentes, por lo que el proceso de normalización de política monetaria alrededor del mundo continúa y, en algunos casos, se acelera.
En este escenario, las tasas de interés mantienen una tendencia al alza, y llevan a que las curvas de rendimiento mantengan presiones al alza en todos sus tramos. Hoy el bono a 10 años del Tesoro americano se ubica alrededor de 1.93%, por encima del 1.63% con el que inició el año. Por su parte, el bono alemán a 10 años registra un nivel de 0.23%, por encima del -0.18% con el que inició el año.
En este contexto, las pérdidas son lideradas por las acciones tecnológicas entre los índices norteamericanos. “En la coyuntura de mayores tasas de interés, las acciones más golpeadas serán aquellas que tengan una mayor sensibilidad ante variaciones de tasas de interés. Estas suelen ser las acciones growth (crecimiento), que son empresas en fase de expansión y que tienen potencial de crecimiento operando en mercados cambiantes, como el tecnológico. Por su parte, las acciones value (valor) tendrán una menor sensibilidad”, advierte Luis Falen, head de Macroeconomía de Inteligo.
El especialista espera que continúe la volatilidad en los mercados financieros a medida que se acerque la reunión de marzo de la Reserva Federal, en la que se comienza a incorporar la probabilidad de que el alza de tasas ya no sea de solo 25 puntos básicos, sino de 50.
Sin embargo, el retiro de estímulos se respalda en un mayor dinamismo económico, por lo que la Fed subirá sus tasas porque considera que la economía ya no necesita de estímulos para continuar creciendo.
“Un mayor crecimiento económico se reflejará en mayores utilidades para las empresas, lo que a su vez se reflejará en los precios de las acciones, compensando el efecto adverso de mayores tasas de interés”, sostiene Falen. Históricamente, luego de que la Fed ha elevado su tasa por primera vez, los tres meses siguientes se han registrado rendimientos mixtos; Sin embargo, seis meses y doce meses después, el rendimiento ha sido positivo.