No hay lugar para la complacencia, pero sí para la cautela. En los últimos dos años y medio, el alza de los ha parecido prácticamente imparable. Los gestores de fondos ignoraron riesgos políticos y económicos, mientras dejaban que el dinero barato los llevara a obviar un juicio político por aquí o una crisis de deuda por allá. La prioridad era lograr los retornos más jugosos.

Pero este mes ha significado un freno a esto. Las acciones están por cerrar su peor abril desde el 2012, los bonos soberanos en dólares están registrando sus mayores pérdidas para el período que va de año al menos desde el 2003, mientras que las monedas se preparan para su peor mes desde que ganase la elección presidencial en Estados Unidos.

De repente, todos los riesgos parecen coludirse y hay una sensación palpable de que la era de dinero barato está llegando a su fin.

Hasta el inversor más activo ha tomado un enfoque más selectivo.

“La búsqueda de historias idiosincráticas continuará y es probable que se mantenga la idea de comprar cuando la curva de precio está baja”, afirmaron estrategas de , incluidos David Hauner y Claudio Irigoyen, en un informe. “Hasta que no lo haga más”.

Éste es un resumen de los principales eventos a los que los administradores de fondos en mercados emergentes están prestando más atención:

Retorno de bonos
Las tasas de los bonos del Tesoro a 10 años subieron por encima de 3% la semana pasada, por primera vez en más de cuatro años, lo que redujo el atractivo de activos más riesgosos. Los diferenciales en bonos emergentes todavía son amplios, pero pérdidas en los últimos días destacan la posibilidad de una fuga de capitales.

John Higgins y Finn McLaughlin de Capital Economics proyectan que el rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años subirá a 3.5% a final de año, y que “las perspectivas para los bonos emergentes en dólares son aún peores que para estos papeles, pues esperamos que los diferenciales de crédito aumenten significativamente en los próximos años”.

Movimientos del dólar
La correlación entre los rendimientos de los bonos del Tesoro y el dólar, que había caído en el último año, se está elevando nuevamente. Un es un riesgo que podría ser “altamente disruptivo para los mercados emergentes”, afirmaron los analistas de BofA. Los cambios ya podrían estar ocurriendo. Los bancos centrales desde Argentina hasta Indonesia han comenzado a vender reservas para proteger sus divisas.

Guerra comercial
Los inversores no están demasiado preocupados de que la retórica de Donald Trump contra los socios comerciales de Estados Unidos vaya a afectar a los mercados emergentes, según BofA. Sin embargo, “muchos temen que un giro radical en la postura sobre China pueda llevar a una caída tanto en comercio como en inversiones desde el país asiático”, señaló BofA. “Esto último podría tener un impacto mucho más negativo en el mercado”.

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