Yuanes. (Foto: Bloomberg).
Yuanes. (Foto: Bloomberg).

El banco central de podría tener que decidir pronto si interviene con más fuerza para respaldar a su tambaleante moneda, mientras prepara nuevos aranceles contra productos chinos.

Tras protagonizar escasas intervenciones en los márgenes mientras el yuan caía durante cuatro meses seguidos, el Banco Popular de China (BPC) indicó recientemente que no está cómodo con las pérdidas continuadas y se las arregló para estabilizar su divisa antes de probar el sensible nivel de 7 unidades por dólar.

No obstante, observadores del mercado dijeron que es inevitable una renovada presión sobre la moneda, ya que la guerra comercial entre Pekín y Washington continúa con su escalada, lo que amenaza con poner más presión sobre una economía china que ya se está enfriando.

El gobierno de Donald Trump podría imponer aranceles sobre otros US$ 200,000 millones en importaciones chinas esta misma semana, la última serie de medidas punitivas destinadas a forzar a que Pekín mejore el acceso a sus mercados, disminuya los subsidios industriales y reduzca su gran superávit comercial con Estados Unidos.

Esta medida podría aumentar bastante los riesgos sobre el yuan, que ya está enfrentando una presión bajista por culpa del alivio monetario de Pekín a nivel doméstico, el alza de los rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos y la apreciación generalizada del dólar.

"El banco central está manteniendo ahora un delicado equilibrio, y cualquier resultado inesperado de las reuniones comerciales entre China y Estados Unidos o eventos de riesgo en el mercado podrían debilitar este equilibrio", dijo Ji Tianhe, estratega de BNP Paribas en Pekín. Esto podría hacer que el BPC ajuste sus medidas cambiarias, agregó.

Analistas del Bank of America Merrill Lynch creen que el yuan acabará el año a 6.95 unidades por dólar, un nuevo declive del 1.6% tras las pérdidas cercanas al 5% que lleva en el año.

Goldman Sachs mantiene una previsión de 7.1 unidades por dólar para comienzos del próximo año, aunque su economista principal en China, M.K. Tang, espera que se fortalezca más adelante mientras disminuyen las tensiones comerciales.

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