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La última vez que Marc Kenigsberg viajó a Londres, envió un mensaje por a sus amigos de criptomonedas para preguntar quién estaría cerca. Uno de los muchachos del chat ofreció recogerlo en el aeropuerto.

En el viaje de una hora a Cambridge, hablaron sobre cómo el dinero virtual causaría la misma revolución en el sistema financiero que la que provocó el correo electrónico en los servicios postales.

"Llegué a bitcoin por la tecnología, pero cuando realmente fue cuando conocí a la gente que también ama bitcoin", dijo Kenigsberg, un sudafricano de 38 años. "Nunca había conocido a una comunidad que fuera tan acogedora, generosa u honesta".

El mundo exterior los ve como hermanos, y algunos de hecho encajan en el estereotipo de anarquistas que tratan de aplastar a los bancos centrales del mundo durante el día mientras se van de fiesta a clubes nudistas por la noche.

Pero muchos rechazan esa escena y son, por sobre todo, estudiosos fanáticos, impulsados ​​por la pasión de llegar a convertir la codificación, el libro mayor y las matemáticas complejas en una tecnología revolucionaria.

Esperan cambiar drásticamente el mundo para mejor y liberar el dinero del control de una élite gobernante. A algunos ni siquiera les interesa hacerse ricos en el proceso. Prefieren hacer "hodl", que en la jerga de las criptomonedas significa no vender sus inversiones, sino mantenerlas.

Es un grupo que también es abrumadoramente masculino. Y esa hermandad es un arma de doble filo. Muchos se ayudan entre ellos con consejos, recogidas en el aeropuerto e incluso dificultades financieras. Pero muchas mujeres son excluidas.

Para ellas, la cultura puede ser inaccesible o incluso abiertamente hostil. Una conferencia de bitcoin en Miami que tuvo a pocas mujeres como oradoras y luego se trasladó a un club nudista para una sesión de networking, fue solo el último arrebato en esa lucha. Algunas mujeres que se quejaron fueron hostigadas nuevamente en las redes sociales.

Más del 90% de la comunidad de bitcoin es masculina, y casi la mitad tiene entre 25 y 34 años, según la firma de investigación Coin Dance. Muchos de ellos llegaron al mundo de las criptomonedas desde áreas dominadas por los hombres, como la codificación y las finanzas, o desde sitios de conversación como Reddit, donde el 69% de los usuarios estadounidenses son hombres.

Irónicamente, en un sistema diseñado para eliminar la dependencia de la confianza –en gobiernos, bancos y terceros en una transacción financiera–, los hombres que respaldan ese sistema han tejido una red de confianza mutua que florece tanto dentro como fuera de internet.

Cuando la casa de Luke Dashjr en Tampa fue azotada por un huracán en septiembre, la comunidad de bitcoin se unió en Medium, Reddit y Twitter para recaudar 5 bitcoin, aproximadamente US$ 20,000 en ese momento, para ayudarlo a reparar los daños. El obsequio se amplió en otros 3.5 bitcoin para que el servicio de internet funcionara y Dashjr pudiera seguir codificando.

Y cuando el evangelista de bitcoin Andreas Antonopoulos hizo públicos sus problemas financieros, cientos de hermanos de pensamiento similar y que solo lo conocían por internet acudieron en su ayuda. Antonopoulos, quien ha escrito varios libros sobre bitcoin y es un popular orador sobre el tema, ahora es un millonario de bitcoin.

La creciente comunidad global de hombres millennials, en su mayoría, surgió hace poco más de una década de una lista de contactos de expertos en tecnología que discutían sobre criptografía y cómo crear una moneda digital. En octubre de 2008, el archivo PDF de nueve páginas realizado por Satoshi Nakamoto que contenía el modelo para bitcoin fue enviado al grupo, cuyos miembros se autodenominaban "cypherpunks".

A medida que bitcoin se hacía más popular, sus apasionados seguidores se multiplicaban. Personas atraídas a sus raíces antisistema y su potencial de negocios se congregaban en foros en línea, tales como 4chan y Reddit, donde debatían, se contaban entre sí las últimas noticias e intercambiaban memes, que desde entonces se han convertido en un lenguaje integrador.

Sin embargo, para las mujeres, el Twitter de las criptomonedas puede ser un campo minado. Jennifer Leigh, ex jugadora de póker de tiempo completo que ahora negocia criptomonedas y realiza infografías que explican la tecnología detrás de ellas, dijo que sus publicaciones en Twitter a menudo reciben comentarios despectivos sobre su género.

El grupo de Facebook de 2,300 miembros que ella modera para apoyar y alentar a las mujeres en el ámbito de las criptomonedas está lleno de quejas. Un miembro publicó el mes pasado, "¿Por qué el grupo principal está lleno de estos completos IMBÉCILES? Simplemente… guau".

Aun así, Leigh dijo que ve más bien que mal y que está orgullosa de ser parte de lo que ella llamó una revolución digital.

"He aprendido a no hacer caso a la misoginia y al troleo a las mujeres", dijo Leigh, de 33 años. "Siempre les digo a las mujeres que [el problema] no eres tú. Y deberían decir que esto no está bien y no dejar que cosas así las molesten, porque solo provienen de alguien en internet que es muy inseguro".

Los hermanos a veces pelean entre ellos. Desacuerdos sobre cómo hacer crecer bitcoin han resultado en amargos enfrentamientos públicos. El año pasado, la disputa llegó a un punto crítico cuando un grupo estaba presionando para modernizar la red de bitcoin con tecnología que amenazaba con interrumpir la cadena principal. Se lanzaron insultos, se escribieron largas publicaciones inconexas por ambos lados, e incluso hubo una supuesta amenaza de muerte.

A pesar de las controversias, Kenigsberg dijo que cree que su participación en el dinero digital se trata de apoyar un sistema que cambiará el mundo y ser parte de una comunidad que no solo es inteligente sino, al menos para él, amable.

"Soy muy idealista sobre la tecnología", dijo Kenigsberg. Pero "la naturaleza de la comunidad de bitcoin es una de sus mayores fortalezas y uno de los mejores beneficios de ser poseedor de bitcoin".

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