En la nota, LSEG explica que la Comisión Europea le ha pedido que se comprometa a vender su 60% en MTS, una plataforma electrónica de compraventa de bonos en Italia. Pero la empresa británica, que gestiona las Bolsas de Londres y Milán entre otros negocios, ha dicho que no puede aceptar ese requisito, ya que desprenderse de MTS "pondría en peligro las importantes relaciones con los reguladores italianos y el negocio en este país del grupo".

Bruselas había pedido a LSEG que propusiera hoy mismo, 27 de febrero, un plan para deshacerse de MTS. Ante la negativa a aceptar esta condición, "LSEG cree que es improbable que la Comisión Europea autorice la fusión".

El único activo que LSEG y Deutsche Boerse, dueño de la Bolsa de Fráncfort, están dispuestos a vender es su plataforma francesa de liquidación de operaciones LCH, que sería traspasada a Euronext (gestor de las bolsas de París y Amsterdam) si sale adelante la fusión.

Pese a descartar casi totalmente el visto bueno de Bruselas, los directivos de LSEG se muestran dispuestos a seguir trabajando para sacar adelante la integración con Deutsche Boerse, que crearía el mayor grupo europeo de infraestructuras de mercados con un valor de unos 35.000 millones de euros. El dueño de la Bolsa de Londres advierte de que tiene "fortaleza" para seguir adelante en solitario si la fusión se viene abajo.

Las dos firmas pactaron su integración a principios de 2016, anunciando que el nuevo grupo tendría la sede en Londres y su principal ejecutivo sería Carsten Kengeter, consejero delegado de la Bolsa alemana. Pero el voto por el Brexit (salida británica de la UE) en junio del año pasado ha creado dudas en políticos de Reino Unido y Alemania sobre la conveniencia de seguir con la operación. Además, si la City de Londres pierde el acceso al mercado financiero europeo, el nuevo grupo podría tener menos facilidades para combinar sus negocios.