Wall Street estará atento a lo que suceda con Coinbase, cuando una de las mayores compañías de intercambio de criptomonedas comience a cotizar en bolsa.
Coinbase hará su oferta pública inicial mientras el tema de las monedas digitales parece estar en todas partes, incluso en la Reserva Federal (Fed). Estas se están incorporando a los planes comerciales y comienza a ser aceptada por corporaciones como Tesla, PayPal y Visa.
“La OPI de Coinbase es potencialmente un hito para la industria de la criptografía y será algo en lo que Wall Street se centrará con láser para medir el apetito de los inversores”, escribió el analista de Wedbush Daniel Ives esta semana.
Coinbase tenía 43 millones de usuarios verificados en el 2020, con 2.8 millones de transacciones mensuales. Sus ingresos se duplicaron a US$ 1,140 millones el año pasado y obtuvo una ganancia de 322.3 millones después de perder decenas de millones en el 2019.
Cuando Coinbase presentó documentos ante los reguladores de Estados Unidos en febrero para hacerse pública, dijo que lo haría a través de una cotización directa.
Las acciones de Coinbase, que se negociarán en el Nasdaq con el símbolo “COIN”, atraerán a aquellos que quieran ingresar al espacio de las criptomonedas comprando o no moneda, dijo Lule Demmissie, presidente de Ally Invest.
“También podría ser un activo menos volátil que las propias monedas”, dice Demmissie.
Algunos analistas de Wall Street proyectan que Coinbase Global Inc. podría valorarse en US$ 100,000 millones, según las transacciones privadas de sus acciones. Esta semana, Nasdaq le dio a la compañía un precio de referencia de US$ 250.
Eso la convertiría en una de las 100 mayores empresas estadounidenses que cotizan en bolsa y será mucho más grande que el NYSE o el Nasdaq.