Redacción Gestión

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Atlanta (Reuters).- La Reserva Federal de Estados Unidos podría comenzar a reducir su programa de compra de bonos incluso a partir de su reunión de setiembre, pese a que la inflación está bajo su meta, dijo el presidente de la FED de Atlanta, Dennis Lockhart.

El desempeño de la economía de Estados Unidos sigue siendo muy dispar como para que los funcionarios de la Reserva Federal definan un rumbo detallado para reducir y eventualmente suspender su programa de compras de bonos el próximo mes, dijo Lockhart.

No obstante, el miembro de la FED pareció abierto a al menos una modesta disminución de las compras de activos por 85,000 millones de dólares mensuales.

"No descartaría setiembre", dijo a la prensa tras un discurso. "Tal como lo veo, una decisión para proceder bien sea en septiembre, octubre o diciembre debe ser pensada como un cauteloso primer paso", agregó.

La inflación estadounidense ha alcanzado niveles mucho menores al objetivo de la Fed de un 2 por ciento. Pero Lockhart dijo que no ve ninguna señal de que la deflación se esté acelerando, y que la actual desaceleración de la inflación aún podría ser consistente con un modesto retroceso en el alivio cuantitativo.

Lockhart se refirió a un progreso "sustancial" en el mercado laboral, pero dijo que el débil crecimiento económico le dio razón para hacer una pausa. El Producto Interno Bruto de Estados Unidos se recuperó a una tasa anual de un 1.7% en el segundo trimestre del año tras dos trimestres débiles.

"Los datos recientes no presentan un panorama claro", dijo. "La mejora en el sector laboral ha sido lo suficientemente fuerte como para reducir la tasa de desempleo aunque el crecimiento del PIB se ha mantenido débil", agregó.

El desempleo en Estados Unidos cayó a un 7.4% en julio, frente a un 7.6% en junio.

En respuesta a la crisis financiera y la profunda recesión, la FED redujo sus tasas de interés oficiales al nivel de cero y obtuvo casi 3 billones de dólares en bonos del Tesoro y activos respaldados por hipotecas en un esfuerzo por mantener bajos los tipos de interés a largo plazo e impulsar la recuperación económica.

Un riesgo clave para la economía sigue estando en Washington, dijo Lockhart, citando la posibilidad de una lucha prolongada por el límite de la deuda gubernamental que sacuda la confianza empresarial y del consumidor como lo hizo en el 2011.

Aún así, incluso si se superan los obstáculos fiscales y la expansión sigue en marcha, la vara para un mayor descenso en la compra de activos seguirá siendo bastante alta.

"El panorama desde acá es lo que realmente importa en la toma de futuras decisiones sobre las compras de activos. Necesitaré estar cómodo con que el progreso del mercado laboral que hemos disfrutado no se está estancando y que las presiones deflacionarias no están aumentando", agregó Lockhart.