(Foto: Reuters)
(Foto: Reuters)

A primera vista, la reunión del jueves de la Organización para los Países Exportadores de Petróleo (OPEP) fue un éxito sin grandes problemas.

El grupo de países petroleros acordó ampliar el acuerdo de recortes de producción hasta finales de 2018 para impulsar los precios, lo que es un logro importante.

No obstante, a pesar de lo armonioso del encuentro, el acuerdo deja sin respuesta a las preguntas más importantes, lo que implica que el verdadero drama comenzará el próximo año.

Si los recortes logran el objetivo establecido de reducir los inventarios a su nivel promedio de cinco años, ¿cómo se pondrá fin al acuerdo? Si no lo consiguen, ¿se prolongará el acuerdo perpetuamente?

De la mano del crecimiento de la economía global, los recortes de producción han ayudado a impulsar los precios del petróleo. Pero eso ha colocado a la OPEP y sus aliados en un dilema: cómo mantener los precios altos sin estimular una mayor producción de petróleo shale en Estados Unidos.

“La OPEP está entre la espada y la pared”, dijo David Fyfe, jefe de investigación de mercado y análisis para el operador de materias primas Gunvor Group, con sede en Ginebra.

Khalid Al-Falih, ministro de Energía de Arabia Saudita y el miembro más poderoso de la OPEP, reconoció que “el próximo año habrá un número de variables que no podemos resolver con seguridad”.

Producción de petróleo shale
Al impulsar los precios a su mayor nivel en más de dos años, con el petróleo Brent de referencia comercializándose sobre los US$ 63 por barril, los recortes han permitido a los productores de crudo shale asegurar sus márgenes y planear nuevas inversiones.

En una señal de los desafíos que enfrenta la OPEP, el gobierno de Estados Unidos anunció un importante aumento de la producción interna de petróleo en septiembre, que llegó a un total de 9.48 millones de barriles por día, el cuarto nivel mensual más alto desde inicios de los años 70.

La producción petrolera aumentó en Texas y Nuevo México, zona de la prolífica Cuenca Pérmica de petróleo shale.

Al-Falih aseguró no estar preocupado por el aumento de la producción de petróleo shale. “La contribución del shale en 2017 será muy manejable”, afirmó. “Mi expectativa es que 2018 no será significativamente diferente a 2017”.

No es solo la producción de petróleo shale la que está experimentando cambios. Después de dos años de recortes y desapalancamiento, grandes empresas petroleras están recuperando la confianza. Royal Dutch Shell ha anunciado esta semana que dejará de pagar dividendos en acciones por primera vez desde 2015. Exxon Mobil comenzó la producción en su campo Hebron frente a las cosas de Canadá.

TAGS RELACIONADOS