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A donde vaya el banco central de Rusia, también deberían ir los encargados de política de otros mercados emergentes. El país sentó un importante precedente la semana pasada al elevar las tasas de interés en 25 puntos básicos a 7.75%, su segunda alza preventiva desde setiembre. Turquía, Sudáfrica y otros deberían tomar nota de su agresividad.

La ruta de escape de la crisis en los mercados emergentes del verano pasado estaba elevando las tasas. Y dado que los riesgos que provocaron la venta masiva aún están muy presentes, esta estrategia sigue siendo la mejor apuesta para los países que desean evitar que esto se repita en el 2019.

Se necesita tener nervios de acero para ver el débil crecimiento interno y elevar de todos modos las tasas para asegurarse de que se estarás equipado para hacer frente a cualquier posible conflicto global. Pero es una decisión inteligente la del banco central ruso.

También hay razones locales para que Rusia sea proactiva. Su impuesto a las ventas aumentará a 20% desde 18% en el 2019, lo que probablemente llevará la inflación brevemente por encima del rango meta del banco central. Querrá frenar eso.

Además, está la amenaza de más sanciones internacionales por sus acciones en torno a Ucrania. Las tasas de interés más altas ahora deberían mitigar cualquier presión bajista sobre el rublo. También deja que el país reanude las compras diarias de dólares para reconstruir sus reservas de divisas.

Turquía, por el contrario, parece menos comprometida con este enfoque.

En su reunión de política del banco central el jueves, los funcionarios optaron por omitir la palabra "decisivamente" de su redacción anterior sobre mantener su enfoque de tasa de interés ajustado. Esto puede no parecer mucho, pero fue suficiente para causar un breve tambaleo en la lira.

Eso demuestra cuán sensibles son los inversionistas a la insinuación de cualquier reversión prematura de la dolorosa alza de 650 puntos básicos que se vio obligado a aplicar el banco central el 13 de setiembre.

Ese aumento masivo era necesario para controlar de una vez por todas la inflación desbocada y frenar la caída de la lira. Pero mientras las cosas se han vuelto más normales en el país, la lira todavía está entre las monedas de mercados emergentes de peor desempeño frente al dólar, con una caída de casi un 2%.

Mientras que el IPC de Turquía ha retrocedido desde un máximo del 25.2% al 21.6% en noviembre, sigue siendo más de cuatro veces mayor que la meta oficial. Puede haber un punto en el 2019 en que las tasas de interés puedan reducirse cuidadosamente, pero no antes de que la inflación tenga una clara tendencia a la baja.

Habiendo dejado que la inflación avance sin control, se necesita más medicina para evitar que se repita la salvaje crisis del país, incluso si existe una intensa presión política para que el banco central reduzca las tasas.

Sudáfrica también podría querer mirar a Rusia. Como la más líquida de las monedas de los mercados emergentes, el rand es altamente sensible a los flujos de los inversionistas. Su talón de Aquiles es el saldo de rentas primarias: paga muchos más intereses a los tenedores extranjeros de su deuda pública que lo que está cubierto por su superávit comercial en metales preciosos.

El Banco de la Reserva del país finalmente elevó las tasas en 25 puntos básicos a un 6.75% el 22 de noviembre, pero fue una decisión dividida. El gobernador Lesetja Kganyago emitió el voto decisivo, a pesar de que se redujeron las proyecciones de crecimiento interno e inflación.

Hizo hincapié en las condiciones globales más estrictas, el aumento de la volatilidad y el empeoramiento del sentimiento respecto de los mercados emergentes. Sabias palabras. Sin embargo, el rand todavía sigue siendo vulnerable, y ha caído más del 4% frente al dólar en diciembre.

Los bancos centrales prudentes querrán evitar ser arrastrados de nuevo en una vorágine global de aversión al riesgo. Eso requiere dejar un pequeño seguro en tasas de interés para el 2019.

Por Marcus Ashworth

Esta columna no necesariamente refleja la opinión de la junta editorial o de Bloomberg LP y sus dueños.