A solo días de conocerse el triunfo del republicano en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, las divisas de los países emergentes comenzaron a depreciarse con fuerza respecto del dólar, experimentando caídas de más de 9% en algunos casos.

Asimismo, los principales índices bursátiles de estas naciones cayeron en torno a un 5% durante la semana.

Pese a que con el paso de los días los mercados ya han comenzado a estabilizarse, los próximos meses no parecen ser mucho más alentadores para las naciones emergentes.

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Según un análisis del diario El Mercurio de Chile, esto se debe a que tan solo días de que Donald Trump fuera electo presidente, una serie de inversionistas se han desprendido de sus activos en estos mercados en miras a mejores posibilidades de inversión precisamente en Estados Unidos.

Según Sartor Investments con base en datos del Instituto Internacional de Finanzas (IIF), se han producido salidas de capital de US$ 10,500 millones desde los países emergentes producto del efecto Trump.

De hecho, según los datos de BlackRock, solo en una semana, entre el 7 y 11 de noviembre, se produjeron salidas por US$ 1,450 millones, las que de forma desagregada se componen de US$ 1,200 millones de retiros desde fondos índices accionarios y US$ 250 millones desde fondos índices de renta fija.

En este contexto, el director de Estrategias de Inversión para Latinoamérica e Iberia de BlackRock, Axel Christensen, afirmó que "persistirán salidas tanto desde acciones como de renta fija emergente" y que los retiros responden a "la incertidumbre que genera la inesperada victoria de Donald Trump en la elección presidencial de EE.UU., tomando en cuenta sus anuncios de campaña en cuanto a promover mayor proteccionismo, lo que podría afectar el crecimiento global, impactando adversamente a los emergentes".

Otra de las razones que están influyendo en la salida de capitales son las expectativas de mayores y más periódicas alzas de interés en Estados Unidos, junto con perspectivas de un mayor déficit y mayor endeudamiento público en dicho país, lo que ha llevado al alza de tasas de interés de los bonos gubernamentales de Estados Unidos, afectando la renta fija emergente y las monedas.

Si bien el IIF proyectaba que los inversionistas destinaran unos US$ 157 mil millones a los mercados emergentes para fines de 2016 por su alta rentabilidad en comparación con las bajas tasas de interés en los países desarrollados, tras el triunfo de Donald Trump el panorama ha cambiado completamente.

Ahora, los inversionistas han puestos sus ojos, y sus capitales, dentro de Estados Unidos, específicamente en acciones ligadas a los sectores financieros, de salud y de infraestructura. Desde el triunfo del republicano algunas empresas ligadas a estos rubros han incluso duplicado el valor de su acción.

Este cambio de tendencia tendría directa relación con algunas de las propuestas de campaña de Donald Trump, como por ejemplo que aumentará el gasto en infraestructura, su promesa de una mayor libertad de operatividad para el sector financiero y la eliminación de la regulación de precios iniciada por el saliente presidente Obama en el área farmacéutica.