Redacción Gestión

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Buenos Aires (Reuters).- Las monedas latinoamericanas, que frenaron su desplome en abril y mediados de mayo, prolongarían las pérdidas de la semana pasada en la medida en que no consiga un acuerdo con sus acreedores y los datos del empleo estadounidense reflejen una solidez que justifique un alza de tasas de la .

Al domingo, Atenas aún era incapaz de cerrar un acuerdo con sus prestamistas a sólo pocos días de que venza un pago que adeuda al FMI. Mientras, en Estados Unidos, podrían crecer las expectativas de un ajuste monetario en caso de que el número de empleos creados en mayo esté cerca del pronóstico de 225,000.

El peso mexicano podría caer hasta 15.50 por dólar tras cerrar la semana pasada a 15,378. En Brasil, el real podría estabilizarse solo para hacer una pausa en la fuerte caída de los últimos días, que en un momento del viernes lo llevó a un mínimo en dos meses de 3.1963.

Ricardo Bustamante, analista de mercados de ForexChile, sostuvo que "de consolidarse en niveles actuales, el dólar debiera mantenerse en el rango de 613 – 620 pesos (chilenos) en el corto plazo, con posibilidad de continuar sus ganancias, donde su próximo objetivo se ubica en los 625" pesos por dólar .

En Colombia, Fernando Chacón, analista de la correduría Acciones y Valores, dijo que "el sesgo sobre la tasa de cambio se mantiene a la depreciación (…) el tipo de cambio debería mantenerse depreciado por encima de los 2,500 pesos en las siguientes jornadas".

En Perú, el sol retrocedería en la semana y operaría entre las 3.145 y las 3.170 unidades por dólar. "Lo más probable es que veamos a un sol más débil, y a un Banco Central actuando para evitar grandes fluctuaciones", dijo un agente de cambios.

En Argentina, los operadores estiman que el peso en la plaza interbancaria superará las 9,00 unidades por dólar, avalado por la política oficial de mantener leves depreciaciones diarias de la moneda. El peso en el mercado paralelo permanecerá estable en torno a las 12,65 unidades.