La demanda mundial ascendió a 815.7 toneladas durante enero-marzo, algo por encima de las 813.7 toneladas de octubre a diciembre del año pasado, pero un 23% menos que en el primer trimestre del 2020, dijo el WGC en su último informe trimestral.
La demanda mundial ascendió a 815.7 toneladas durante enero-marzo, algo por encima de las 813.7 toneladas de octubre a diciembre del año pasado, pero un 23% menos que en el primer trimestre del 2020, dijo el WGC en su último informe trimestral.

La demanda mundial de oro en el primer trimestre del 2021 se estancó cerca de su nivel más bajo desde el 2008, ya que las fuertes ventas de inversores en Europa y América del Norte compensaron la reactivación de compras en Asia, dijo el Consejo Mundial del Oro (WGC, por sus siglas en inglés).

Considerado tradicionalmente como un activo seguro, los inversores compraron oro en cantidades sin precedentes el año pasado, cuando el coronavirus arrasó la economía mundial.

Sin embargo, los confinamientos para contener la pandemia colapsaron simultáneamente las ventas de joyas de oro, barras y monedas en países como China e India, que suelen ser los mayores compradores de lingotes.

Esta dinámica se está invirtiendo ahora, ya que a medida que la economía mundial se recupera, los inversores deshacen algunas de sus posiciones y los consumidores de Asia vuelven al mercado.

La demanda mundial ascendió a 815.7 toneladas durante enero-marzo, algo por encima de las 813.7 toneladas de octubre a diciembre del año pasado, pero un 23% menos que en el primer trimestre del 2020, dijo el WGC en su último informe trimestral.

La demanda del consumidor en China, típicamente el mercado más grande, repuntó de forma espectacular a 286.4 toneladas, la mayor cantidad desde el primer trimestre del 2017, dijo el WGC.

No obstante, los fondos cotizados en bolsa (ETF) que almacenan oro principalmente para grandes inversores occidentales, descargaron 177.9 toneladas, su mayor desinversión desde el cuarto trimestre del 2013.

Esa venta hizo caer los precios del oro desde un máximo histórico de US$ 2,072.50 la onza en agosto a unos US$ 1,700 en marzo, lo que ayudó a estimular la demanda de los compradores asiáticos, que a menudo se ven disuadidos por los altos precios, dijo el WGC.

Los bancos centrales compraron en el primer trimestre 95.5 toneladas de oro, la mayor cantidad desde el segundo trimestre del 2020, pero mucho menos de lo habitual durante el 2018 y 2019, señaló el WGC.

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