(Foto: Reuters)
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Analistas, gestoras de fondos y bancos de inversión han puesto en duda que el recorte de los tipos de interés decidido por la Reserva Federal de EEUU (Fed) sea un remedio eficaz para hacer frente a los efectos negativos del coronavirus, y algunos de ellos creen incluso que la medida resulta contraproducente porque puede alimentar el miedo de los inversores.

Los expertos, que echan de menos medidas fiscales por parte de los gobiernos, creen que las bajadas de tipos no son el mejor instrumento para afrontar los problemas que la epidemia está causando en las cadenas globales de suministro, aunque admiten que pueden servir para tranquilizar a los mercados.

Horas antes del anuncio de la Reserva Federal, los países del G7 reiteraron ayer su decisión de utilizar todas las herramientas a su alcance para sostener a la economía, incluso medidas fiscales “cuando sea apropiado”.

El banco de inversión suizo Julius Baer ve “cierto pánico” en la decisión de la Fed y cree que está consiguiendo lo contrario de lo que se proponía, que era tranquilizar a los mercados.

En su opinión, la crisis del coronavirus será corta y, aunque causará un daño económico severo en el primer semestre, dará paso a una fuerte recuperación en el segundo.

Frank Dixmier, de Allianz Global Investors, sostiene que la intervención de los bancos centrales en esta etapa es “inútil” e incluso “insalubre” porque no remedia un problema de oferta y supone quemar municiones.

Para Diego Fernández Elices, de A&G Banca Privada, la decisión de la Reserva Federal sorprende por el momento elegido, ya que se esperaba para la reunión del 18 de marzo, lo que genera dudas en los mercados y puede alimentar el pánico.

Fernández Elices cree que la Fed tomará medidas adicionales en su próxima reunión y espera algún movimiento de otros bancos centrales, aunque, a su juicio, tienen “una munición significativamente menor”.

Pimco, una de las mayores gestoras de fondos del mundo, considera que un recorte de tipos no sirve para hacer frente a los problemas en las cadenas de suministro pero sí puede contribuir a mejorar las condiciones financieras y evitar una crisis de confianza.

La gestora ve probable que la actuación de la Fed sea la primera de una serie de acciones coordinadas por parte del G7.

La actitud del resto de los bancos centrales es, para los analistas, uno de los principales interrogantes.

Según Luc Filip, del banco suizo SYZ, será interesante ver cómo reaccionan el Banco Central Europeo (BCE), el Banco de Inglaterra y el banco central de China al movimiento de la Reserva Federal.

En su opinión, aunque la decisión de la Fed puede ayudar a resolver el sentimiento del mercado, no resuelve los problemas subyacentes, que son las cadenas de suministro y el gasto de los consumidores.

Benjamin Melman, de la gestora Edmond de Rothschild, subraya que “no está claro hasta qué punto los bancos centrales están unidos en su enfoque y cuán lejos pueden llegar, ya que no todos tienen el mismo margen de maniobra”.

Además, recuerda que hasta ahora, salvo en casos contados, como el de Italia, los gobiernos no han aplicado estímulos.

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