Si usted está a punto de comprar una casa, comprar un automóvil o solicitar un préstamo para pago de la universidad en Estados Unidos, los profesionales tienen un consejo: hágalo.

Según un cable de la agencia AP, la decisión del miércoles de la de incrementar ligeramente su tasa de interés de referencia deberá tener poco efecto en hipotecas, créditos automotrices o préstamos para estudiantes.

El banco central no afecta directamente esas tasas, al menos no en el corto plazo. La medida tomada por la Fed tampoco tendría que afectar mucho la salud de la economía.

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Dicho esto, las tasas en algunos otros préstamos —notablemente en tarjetas de crédito, préstamo sobre la apreciación inmobiliaria e hipotecas a tasa variable— probablemente subirán pronto, aunque sólo un poco. Esas tasas están basadas en estándares de referencia como la tasa de interés preferencial de los bancos, la cual se mueve a la par de la tasa de referencia de la Reserva Federal.

Las tasas hipotecarias han estado subiendo, por razones que tienen poca relación con las decisiones de la Fed. La elección de Donald Trump como presidente —con su promesa de disminuir impuestos, relajar regulaciones e incrementar el gasto en infraestructura— ha aumentado las perspectivas de un mayor crecimiento e inflación.

En respuesta, la tasa del bono del Tesoro a 10 años subió aproximadamente medio punto porcentual. Las tasas hipotecarias a plazo largo tienden a seguir la tendencia del bono del Tesoro a 10 años. La tasa promedio para un préstamo hipotecario de tasa fija a 30 años ha subido casi a la par con el bono a 10 años, a aproximadamente 4,1%, de 3,5%.

"La Fed no es la que está influenciando en las tasas hipotecarias en este momento", dijo Greg McBride, director de análisis financiero en Bankrate.com.

El próximo año, si la economía repunta como muchos lo pronostican, la Reserva Federal podría acelerar sus aumentos de tasa. Eso podría ocasionar que los consumidores consideren cortar su deuda a corto plazo, como los préstamos a tasa variable y en tarjetas de crédito. Las tasas a plazo corto para el consumidor son las más afectadas por la Fed.

Pero las tasas a largo plazo son influenciadas por factores más allá del banco central, desde expectativas inflacionarias al panorama económico; y esas tendencias pueden ser modeladas también tanto por acontecimientos en el extranjero como en Estados Unidos.

Desde la elección de Trump, los inversionistas han empujados los precios de las acciones al alza y han requerido rendimientos de bonos más altos. Un crecimiento económico más rápido tiende a beneficiar al mercado bursátil. Y una inflación más alta erosiona el valor de los bonos; sus rendimientos entonces se incrementan hasta que regresan compradores.