El cobre volvió a superar los US$ 10,000 la tonelada, acercándose a un máximo histórico, ya que la reapertura de las principales economías industriales ha desencadenado un vertiginoso repunte en todos los mercados de materias primas, desde el mineral de hierro hasta la madera.
Como barómetro de la economía mundial, el cobre ha tenido uno de los mejores desempeños en el repunte de las materias primas que ha impulsado a los cultivos, la energía y otros metales.
El Bloomberg Commodity Spot Index subió el martes a su nivel más alto desde el 2011, ya que las apuestas por el crecimiento impulsan la demanda, mientras que el mal tiempo perjudica las perspectivas de las cosechas y la congestión en el transporte afecta los suministros. El crudo Brent ampliaba sus ganancias hacia US$ 70 por barril.
Mientras que el repunte de las materias primas muestra la fortaleza de la recuperación económica en potencias industriales como China, Estados Unidos y Alemania, el cobre ha vacilado en las últimas sesiones, ya que los inversionistas se preguntan si los bancos centrales se verán obligados a subir las tasas para evitar un sobrecalentamiento. El aumento de los casos de COVID-19 en India y Brasil también generan alarma.
El cobre se recuperó el miércoles después de que la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, dijera que no proyecta un aumento de tasas de interés para frenar la inflación provocada por el gasto propuesto por el presidente Joe Biden. Horas antes, la expresidenta de la Reserva Federal causó un gran revuelo cuando dijo que “puede ser que las tasas de interés tengan que subir un poco para asegurarse de que nuestra economía no se sobrecaliente”.
“El impulso de los metales industriales continúa en medio de las crecientes expectativas de inflación”, dijeron los estrategas de productos básicos de ING Groep NV Warren Patterson y Wenyu Yao en un correo electrónico. “Los inversionistas se han centrado cada vez más en las reaperturas y la recuperación de la demanda, especialmente fuera de China, lo que se ha hecho más evidente en los últimos tiempos”.
El cobre superó la semana pasada los US$ 10,000 por primera vez en una década, impulsado por un aumento en la producción manufacturera en las principales economías industriales. Grandes bancos, como Goldman Sachs Group Inc., y empresas comerciales como Trafigura Group, han pronosticado que los precios superarán su récord de 2011 a medida que el impulso de la descarbonización mundial aumente el consumo.
El mercado mundial del cobre será deficitario este año en momentos en que la demanda aumenta 6%, superando el crecimiento de la oferta, según Bank of America Corp. El banco dijo que era posible que se produzca un aumento a US$ 13,000 a medida que se agotan los inventarios, pero el incremento de la oferta de chatarra debería ayudar restablecer el equilibrio del mercado en el 2023.
Aun así, hay escépticos que cuestionan si el cobre puede mantener su impulso a medida que se acerca a sus máximos históricos, particularmente si el auge en la fabricación comienza a disminuir. El International Copper Study Group prevé que el consumo del metal sufrirá pocos cambios este año mientras los suministros de las minas aumentan, dejando al mercado con un superávit.
“El repunte de los precios de los metales se ha sobrecalentado y se necesita urgentemente una corrección”, dijo el analista Daniel Briesemann de Commerzbank AG, en un correo electrónico. “No asumimos que el aumento de precios a largo plazo de los metales, que también esperamos en los próximos años, sea una vía de un solo sentido”.
Afecta el crecimiento
También crece la preocupación de que el creciente costo de las materias primas pronto pueda empezar a afectar el crecimiento económico. En los últimos días, un número cada vez mayor de empresas de consumo han advertido que la escasez de suministros y los atascos logísticos podrían obligarlas a subir los precios.
El cobre subió 0.7% a US$ 10,040 por tonelada en la Bolsa de Metales de Londres, antes de cotizarse a US$ 9,983.50 a las 12:06 p.m., hora de Londres. El metal alcanzó un récord de US$ 10,190 en febrero del 2011. Los mercados chinos permanecen cerrados por un festivo y reanudarán las operaciones el jueves.