Redacción Gestión

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Nueva York (Reuters).- El cobre alcanzó el jueves un máximo en dos semanas, al ganar casi un 2% ante la posibilidad de que China anuncie nuevas medidas de estímulo monetario y por una mejora de la confianza económica en medio de una escalada de las materias primas, liderada por el petróleo.

, considerado por algunos como un barómetro de la salud de la economía global, fue apuntalado por un alza de casi un 3% en los precios del crudo Brent ante las preocupaciones por los suministros en Oriente Medio y las ganancias en las acciones estadounidenses y europeas.

El metal rojo recibió impulso después de que el primer ministro chino, Wen Jiabao, dijera que el Gobierno necesitaba intensificar sus esfuerzos para crear más empleos, dado que la situación en el mercado laboral podría empeorar.

Los comentarios alentaron las expectativas de más medidas de estímulo, con algunos en el mercado apostando que Pekín haría un anuncio al respecto este fin de semana.

El cobre a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres tocó un máximo intradiario de 7,813 dólares la tonelada, su mejor nivel desde el 3 de julio. Posteriormente, terminó la sesión a 7,735 dólares, con un alza diaria del 1.28%, y encaminado a anotar su segunda semana consecutiva de ganancias.

En Nueva York, el cobre para entrega en septiembre cerró con alza de 6.05 centavos, a 3.5345 dólares por libra, después de alcanzar máximos de 3.545 dólares, su precio más alto desde el 3 de julio.

El metal, ampliamente usado en construcción y electricidad, ha ganado un 2% este año, con una fuerte caída en el segundo trimestre en medio de preocupaciones por la crisis de deuda de Europa, una desaceleración del crecimiento en China y una estancada recuperación en Estados Unidos.

El analista de Citi David Thurtell dijo que las crecientes existencias de cobre en los almacenes de Shanghái sugieren que aún existe una cantidad razonable de cobre en China. El gigante asiático representa un 40% del consumo global de cobre.

El avance del cobre fue limitado, además, por datos que mostraron que la desaceleración de la economía estadounidense persiste en el tercer trimestre.

La actividad fabril en la zona norte de la costa este de Estados Unidos se contrajo en julio por tercer mes seguido, mientras que el número de personas que pidió subsidio por desempleo creció en la última semana.