Redacción Gestión

redaccion@gestion.pe

Nueva York/Londres (Reuters).- El cobre cayó el miércoles a un mínimo de cuatro meses y medio en Londres y a su menor precio del 2012 en Nueva York por un frenesí de ventas ante las preocupaciones por la economía global y por la de la zona euro.

El cobre a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres (LME, por sus siglas en inglés) cayó a 7,531 dólares por tonelada desde los 7,739 dólares del martes. El metal disminuyó más temprano a su mínimo desde inicios de enero, de 7,503 dólares por tonelada.

En Nueva York, el cobre para julio cayó a nuevos mínimos desde fines de diciembre, de 3.3865 dólares por libra, antes de cerrar la sesión con una baja de 9.10 centavos, o de un 2.6%, a 3.3960 dólares.

Se trata del mayor declive diario del contrato desde el 4 de abril, cuando colapsó más de un 3%. El cobre lideró el amplio declive en el complejo de metales básicos, mientras que el plomo y el zinc perdieron casi un 2% de su valor y el aluminio cayó por debajo de un nivel psicológico de 2,000 dólares por tonelada por primera vez desde diciembre.

Las pérdidas en los metales industriales se aceleraron antes de una cumbre de la Unión Europea, cuando surgieron noticias de que funcionarios europeos acordaron que cada miembro de la zona euro debe preparar en caso de que Grecia decida abandonar el bloque. "Se trata de ventas por pánico. Todo el mundo está atento a la cumbre de la Unión Europea y preguntándose qué va a suceder con Grecia", dijo Matthew Zeman, de Kingsview Financial en Chicago.

El metal ha bajado más de un 10% en lo que va del mes y las dudas sobre la capacidad de los líderes europeos para abordar la crisis de deuda de la región, junto con la desaceleración de la economía china y la frágil recuperación en Estados Unidos, han dado pocas razones a los inversores para comprar el metal.

La cumbre informal de líderes europeos del miércoles discutirá propuestas para impulsar el crecimiento económico y la idea de la emisión de bonos comunes de la zona euro.

El presidente francés, Francois Hollande, apoya el plan, pero la canciller alemana, Angela Merkel, se opone.

Los inversores también están preocupados por la lenta demanda de China, que consume un 40% del cobre global y donde las compras han sido lentas en lo que va del año.