Un ajuste de los mercados de carbono suele llevar a las concesionarias de energía eléctrica a quemar combustibles más limpios. (Foto: Bloomberg)
Un ajuste de los mercados de carbono suele llevar a las concesionarias de energía eléctrica a quemar combustibles más limpios. (Foto: Bloomberg)

El costo de la contaminación en el sistema de topes y canjes de la probablemente vuelva a dispararse el año que viene, lo que contribuirá a aumentar costos de la electricidad que ya incomodan a la industria.

Los futuros de carbono, que reflejan el precio que pagan las fábricas y los servicios públicos por sus emisiones, se triplicaron en el 2018, lo que los convierte en la materia prima importante de mejor desempeño del año.

Esos contratos pueden dispararse nuevamente en el 2019, un 20%, y rondar US$ 29 por tonelada o más por primera vez en más de una década, según la mediana de pronósticos de 13 corredores, analistas y operadores encuestados por Bloomberg.

Los avances ya están afectando a los mercados de energía, elevando los precios de la electricidad en todo el continente y dándoles a las concesionarias de energía eléctrica un incentivo para quemar más que carbón.

Otra oleada de aumentos en el 2019 ejercerá presión sobre los funcionarios gubernamentales y los legisladores que fueron los arquitectos del aumento este año en un intento por restaurar la credibilidad del carbono como una herramienta para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero.

"Habrá quejas de los países del este de Europa y de algunas de las grandes empresas que consumen mucha energía si alcanzamos entre 35 y 40 euros el año que viene", dijo Jahn Olsen, analista de Bloomberg NEF en Londres. “Si esto ocurre gradualmente y se alcanza ese nivel en noviembre o diciembre, puede que la UE no reaccione. Es más probable una intervención si llegamos a ese punto en febrero".

Protestas
Esos aumentos suscitaron la misma preocupación que el sector y los grupos de consumidores llevan años expresando por los costos de la energía en Europa, los cuales en algunos mercados ascienden a más del doble de los niveles de Estados Unidos.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, cedió este mes ante las protestas por los impuestos al combustible, y la canciller de Alemania, Angela Merkel, está trabajando para reducir el ritmo al que se cierran las plantas a carbón después de un aumento en los costos de la electricidad.

Un ajuste de los mercados de carbono suele llevar a las concesionarias de energía eléctrica a quemar combustibles más limpios, como el gas natural, en lugar del carbón, y a apuntar a las energías renovables como una forma de generar electricidad sin emisiones.

Alrededor de dos tercios del aumento en el precio de la energía en Alemania este año se debieron al costo del carbono, y otro 30% proviene de la suba del carbón, dijo Lawson Steele, analista del Berenberg Bank en Londres.

"El gas importará el año que viene, cuando el precio del carbono suba lo suficiente como para que la generación con gas sea más barata que con carbón", dijo Steele. "Hoy, el carbón fija el precio".