Tilray
Tilray

Una capitalización bursátil de US$ 11,000 millones no es sinónimo de una gran oficina.

La poco llamativa sede del productor canadiense de marihuana , cuyo valor de mercado superó brevemente al de American Airlines Group Inc. la semana pasada, es un edificio beige de dos pisos con adornos azules en la apacible ciudad de Nanaimo, a dos horas en ferry desde Vancouver. Se encuentra en una zona industrial, detrás de una cerca cubierta con alambre de púas.

Pero el viaje desenfrenado de Tilray en Wall Street, uno de los más notables en medio de la euforia por las acciones de , ha sacudido a esta ciudad de 90,000 habitantes en la isla de Vancouver.

"La marihuana es el sabor del año; todos han clamado por comprar", dice Mike Tomkins, asesor financiero independiente en Nanaimo, que ha tenido varios clientes que invirtieron en Tilray en los últimos meses. Les aconsejó retirar al menos parte de sus posiciones durante el ascenso parabólico de la acción la semana pasada a un máximo de US$ 300 por acción.

¿Hicieron caso? "Nunca", dijo por teléfono. "En la mayoría de sus opiniones, esto es solo la punta del iceberg: las cosas recién comienzan".

Tilray, que cuenta entre sus inversores a Founders Fund, del multimillonario , es uno de los más de 100 productores de cannabis con licencia para abastecer el mercado médico de Canadá y también exporta a 10 países. La compañía rechazó una solicitud para recorrer sus instalaciones de Nanaimo, aunque proporcionó fotos de la planta de 60,000 pies cuadrados (unos 5,574 metros cuadrados) que produce más de 50 variedades de cannabis que se usan para tratar desde epilepsia refractaria en niños hasta enfermedades pulmonares.

El máximo ejecutivo Brendan Kennedy no estaba disponible para una entrevista.

Su vertiginoso viaje se produce en medio de un frenesí de los inversionistas de cara a la legalización de la marihuana recreativa en Canadá, que se producirá el próximo mes y que se proyecta creará un mercado interno de 4,000 millones de dólares canadienses (US$ 3,090 millones).

Tilray está en buen pie para capturar una cuota de mercado temprana con un nuevo lote de invernaderos en Ontario y los derechos canadienses para distribuir Marley Natural, una línea de productos de cannabis desarrollados con los herederos del ícono del reggae Bob Marley.

Kim Smythe, presidente de la Cámara de Comercio de Nanaimo, es partidario de la compañía. Participó en la oferta pública inicial de Tilray realizada en julio a un precio de US$ 17 y lamenta haber permitido a su corredor convencerlo de no invertir en la compañía mucho antes, cuando no cotizaba en bolsa.

"Pude haber entrado a nivel de suelo", dijo Smythe, que no ha vendido ninguna de sus acciones de Tilray, las cuales se prevé que caerán por tercer día en Nueva York el lunes.

Para Nanaimo, antigua ciudad pesquera y de explotación maderera, Tilray ha sido una revolución. En una región donde el 95% de las empresas emplea a menos de 25 personas, Tilray, con unos 300 empleados, es uno de los principales empleadores del sector privado, dijo Amrit Manhas, funcionaria de desarrollo económico de Nanaimo.

La compañía, que vende en línea cannabis seco, aceites, cápsulas y accesorios, representa la mayor parte del negocio local de almacenaje de FedEx. En un momento, sus ejecutivos fueron los principales clientes de un servicio directo de hidroaviones a Seattle, donde se encuentra el mayor inversionista de Tilray, Privateer Holdings.

Un estudio estimó el impacto económico de la compañía en 48.1 millones de dólares canadienses en el 2014 al tomar en cuenta la construcción de instalaciones, lo que equivale aproximadamente a la mitad de los ingresos fiscales de la ciudad ese año.

"Es emocionante ver un negocio con sede aquí que está tan bien posicionado para ser líder en su categoría", dijo Manhas.

Nanaimo fue rápido en detectar la oportunidad, estableciendo pautas claras de zonificación para atraer a los productores de cannabis medicinal en el 2013. Logró atraer a Tilray, que estaba considerando sitios en Ontario y Saskatchewan, gracias a su bajo costo de operación, fácil acceso a los mercados y entorno favorable, según a Manhas.

También había otra razón: la larga e íntima historia de la zona con la marihuana.

El consumo de marihuana recreativa ha prosperado desde hace mucho tiempo en la provincia de Columbia Británica, mientras las autoridades miraban con recelo. La ciudad de Vancouver se ganó el apodo de "Vansterdam" mientras que la marihuana B.C. Bud es considerada una de las mejores del mundo.