:quality(75)/arc-anglerfish-arc2-prod-elcomercio.s3.amazonaws.com/public/TTBYCJJQN5HFDCJO22T52Y36UU.jpg)
Londres (Reuters).- Las acciones europeas cayeron el jueves por dudas sobre cómo resolverá Estados Unidos el atolladero presupuestario en que se encuentra y que ha paralizado partes del Gobierno, y presionadas además por una baja de recomendación a Schneider Electric.
El índice de acciones preferenciales de la zona euro, Euro STOXX 50, terminó la sesión con un descenso de 0.6% a 2,902.12 puntos, mientras que el índice más amplio de títulos europeos, FTSEurofirst 300, bajó un 0.4% a 1,242.18 puntos.
Un caída de un 3.2% del fabricante de equipos eléctricos Schneider pesó con fuerza en el FTSEurofirst 300, luego de que Exane BNP Paribas bajó las acciones a "neutral" desde "desempeño superior al promedio del mercado".
El FTSEurofirst 300 tocó un máximo de 1,274.59 puntos a fines de setiembre, mientras que el índice Euro STOXX 50 alcanzó un techo de dos años a 2,955.47 puntos. Ambos mercados han ganado alrededor de un 10% desde el comienzo del 2013, pero volvieron a caer en octubre después de que el Gobierno estadounidense tuvo que cerrar parcialmente esta semana ante la falta de un acuerdo en el Congreso sobre una ley para financiar a agencias federales.
La disputa está generando preocupaciones sobre el techo de deuda federal de 16.7 billones de dólares, que según dijo el secretario del Tesoro, Jack Lew, es un asunto que impactará al Gobierno desde mediados de octubre.
Darren Courtney-Cook, jefe de operaciones Central Markets Investment Management, esperaba que la incertidumbre sobre la situación de la deuda estadounidense pesara sobre los mercados financieros este mes.
Pero otros operadores eran más optimistas, argumentando que en el pasado Estados Unidos siempre se las ha arreglado para lograr un acuerdo de último minuto que eleve el límite de endeudamiento y que las señales de recuperación económica mundial seguirían apuntalando a las acciones.
Datos económicos publicados el jueves mostraron que el mes pasado las compañías francesas e italianas regresaron al crecimiento, sumándose a la expansión en Gran Bretaña y Alemania.