Redacción Gestión

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La recuperación marca su cuarta semanaLas acciones siguieron subiendo, en consecutiva. El índice Dow Jones Industrial Average subió un 1.21% y cerró en 17.213, el índice S&P 500 subió un 1.15% y cerró en 2.022 y el índice Nasdaq Composite avanzó ligeramente un 0.65% y cerró en 4.748. Mientras tanto, el rendimiento de las letras del Tesoro a 10 años aumentó del 1.88% al 1.98%, mientras que cayó el precio.

En las últimas cuatro semanas, las una impresionante recuperación desde sus bajos niveles en febrero. Pero mucho de lo bueno a veces puede tener ciertas desventajas.

Y este es el caso con esta reciente recuperación, la cual hizo bajar la volatilidad nuevamente, pero tal vez demasiado. Esto significa que se podrían presentar las condiciones para un regreso de la volatilidad y otra venta masiva.

Una reacción heterogénea al BCE Las acciones se recuperaron nuevamente la semana pasada cuando los inversionistas procesaron una amplia expansión del programa de estímulo del (BCE), el cual incluyó una variedad impresionante de nuevas y viejas medidas.

El la tasa de depósito en 10 puntos básicos (0.10%) y bajó otras tasas de políticas en cinco puntos básicos.

El de la flexibilización monetaria, de 20 mil millones de euros adicionales por mes. Para flexibilizar el aumento de compra de bonos mensual, el agregó la deuda no bancaria corporativa apta para inversión a la lista de activos que puede comprar.

Por último, el BCE expandió varios programas de préstamos con el objetivo de impulsar más crecimiento crediticio en la zona euro. La reacción inicial el jueves fue heterogénea.

Asimismo, las después de los comentarios del presidente del BCE, Mario Draghi, quien sugirió que era poco probable que se produjeran más rebajas en las tasas, pero efectivamente pudieron recuperarse sólidamente el viernes.

Pese a esto, uno de los efectos secundarios no tan indeseables del programa del para hacer más competitivas las exportaciones europeas. Sin embargo, a pesar del tamaño y la magnitud del paquete, el euro permaneció más alto en comparación con el dólar.

El estuvo acompañada por una ligera disminución del apetito de los inversionistas por los llamados "refugios", particularmente por las letras del Tesoro de los Estados Unidos. Los bonos se vendieron de forma masiva y siguieron subiendo, y el rendimiento de las letras del Tesoro a 10 años cayó a 2%.

Los rendimientos a corto plazo también están subiendo a medida que los inversionistas recalibran las probabilidades de otro aumento de las tasas de la Reserva Federal más adelante este año. Los mercados de futuros ahora sugieren una posibilidad de más del 70% de que la Reserva Federal aplique un alza antes de fin de año. El rendimiento del pagaré a dos años subió aproximadamente 35 puntos básicos durante el mes pasado.

Recuperación impulsada por el alivio: ¿Mucho demasiado pronto?La recuperación de las acciones del mes pasado es una clásica "recuperación impulsada por el alivio", pues los inversionistas se sienten aliviados porque las condiciones no son tan malas como temían. Esto se basa, en parte, en las esperanzas de que China se estabilice, lo cual ayuda a explicar el alza abrupta en los precios de los productos básicos debido a que China es su principal consumidor.

Desafortunadamente, son escasas las señales de una mejora real en China. Aunque parece que Estados Unidos se está estabilizando, la economía de China sigue enfrentando dificultades. La evidencia más reciente se manifestó en un desplome del 25% de las exportaciones chinas. Esta fue la caída más baja en un mes desde el 2009.

Es probable que el gobierno intente frenar la caída con algunas medidas paliativas, pero sigue siendo poco probable que se implemente un paquete de estímulo grande. Además, la caída en las exportaciones chinas pone en duda no solo el estado de la economía china, sino también el panorama del comercio mundial.

En vista de esta situación de incertidumbre continua en la economía mundial, la reciente recuperación comienza a parecer un poco excesiva. Esto se evidencia particularmente en la caída abrupta de la volatilidad.

El Índice VIX, una medida clave de la volatilidad del mercado bursátil, ha descendido a casi la mitad de su pico de febrero. Mientras tanto, el VVIX, que mide la volatilidad de la volatilidad (o, más precisamente, con qué frecuencia se producen aumentos de la volatilidad), está de vuelta en su nivel más bajo desde agosto pasado.

Debido que aún es irregular el ritmo del crecimiento mundial y son restringidas las condiciones del mercado financiero, esto puede resultar demasiado bajo. Esto, a su vez, sugiere el potencial de un aumento de la volatilidad, lo cual implicaría otra oleada de venta masiva de acciones. Marzo puede haber empezado en calma, pero en él puede estar acechando la volatilidad.

Por Russ KoesterichEstratega Principal de Inversiones Globales para iShares de BlackRock