Los agricultores en Argentina, el mayor exportador mundial de harina y aceite de soja, se han detenido al comienzo de la temporada de siembra de soja porque está demasiado seco para sembrar.
Los agricultores en Argentina, el mayor exportador mundial de harina y aceite de soja, se han detenido al comienzo de la temporada de siembra de soja porque está demasiado seco para sembrar.
Solo 4.1% de los campos se han plantado, muy por debajo de los niveles normales para esta época del año, según la Bolsa de Granos de Buenos Aires. En el mismo punto de la temporada pasada, la tasa de siembra era de más del doble.
Los productores en el cinturón de cultivos de la Pampa “están esperando que llueva para comenzar a sembrar”, escribieron en un informe analistas de la bolsa liderados por Esteban Copati.
La bolsa ya había incorporado el clima seco en sus estimaciones, cuando en septiembre dijeron que las menores cosechas conducirían a una producción de 46.5 millones de toneladas métricas, 5.1% menos que la temporada anterior. Pero la sequía, que también tuvo consecuencias negativas en el trigo que se está cosechando, puede persistir y causar más daño de lo que se pensaba.
Se observa que el fenómeno climático de La Niña puede extenderse hasta diciembre y enero, lo que dañaría los granos y reduciría las cosechas.
La enorme industria de molienda del país, que convierte los granos en aceite de cocina y alimento para el ganado, está observando atentamente los retrasos en la siembra. El Gobierno también necesita dólares de las exportaciones de soja para apuntalar las frágiles reservas banco central.
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