Apple. (Foto: AFP).
Apple. (Foto: AFP).

A medida que los recortes de impuestos en llevan a y otras empresas de tecnología a repatriar sus ingresos en el extranjero, dejan un vacío en el mercado de bonos corporativos a corto plazo, donde habían invertido gran parte de su dinero. Eso ha hecho que sea más caro para otras compañías pedir prestado.

Apple junto con otras 20 empresas con abundante liquidez como y , que una vez fueron los mayores compradores de deuda corporativa a corto plazo, se han convertido en vendedores. Mientras que alguna vez compraron US$ 25,000 millones en deuda por trimestre, ahora están vendiendo US$ 50,000 millones, dejando un agujero de US$ 300,000 millones al año en el mercado, según datos recopilados por estrategas de Bank of America Corp.

El cambio está aumentando la presión a un mercado que a ha sido golpeado por las alzas de tasas de la Reserva Federal. Los rendimientos de los bonos corporativos con vencimientos entre uno y tres años han aumentado 0.83 puntos porcentuales este año a un 3.19%, cerca del nivel más alto en casi ocho años, según el índice Bloomberg Barclays. El aumento se ha producido a un ritmo más rápido que los bonos a más largo plazo, los que las compañías de tecnología compraban con menos frecuencia.

Para una compañía que depende de ese tipo de deuda para financiar sus operaciones, es el equivalente a US$ 4.15 millones en costos de interés adicionales cada año por cada US$ 500 millones en deuda emitida. Muchos emisores se están adaptando y vendiendo deuda a más largo plazo, según Bob Summers, administrador de dinero en Neuberger Berman. Pero ante la posibilidad de que las empresas tecnológicas traigan a casa más efectivo para el cierre del año, las dificultades del mercado solo empeorarán, señaló Richard Saperstein, director general de Treasury Partners, de HighTower Advisors.

"Esa ola de dinero, el cambio direccional de los flujos de fondos todavía no se ha puesto en marcha", dijo Saperstein, quien ayuda a administrar alrededor de US$ 10,000 millones, la mayor parte de los cuales se invierte en deuda corporativa que vence en menos de tres años. "Si el flujo de dinero se acelera aún más y no hay suficiente absorción, los diferenciales se ampliarán".

Los gigantes tecnológicos con abundante liquidez colocaron una creciente cantidad de su riqueza en deuda corporativa en los últimos años a medida que disminuían los rendimientos en las inversiones más seguras, como los bonos del Tesoro --un subproducto de los esfuerzos sin precedentes de los bancos centrales para mantener las tasas bajas después de la crisis financiera global. Apple solo tenía más de US$ 150,000 millones en bonos corporativos, superando a algunos de los mayores fondos de deuda del mundo.

Eso comenzó a cambiar a principios de este año después que una reforma fiscal liderada por los republicanos en EE.UU. ofreciera a las empresas una rebaja en los impuestos que tendrían que pagar para repatriar sus ganancias en el extranjero.

Dentro de los primeros tres meses, las compañías ya habían repatriado un récord de US$ 306,000 millones en dividendos recibidos del exterior, según la Oficina de Análisis Económico. El total podría alcanzan los US$ 700,000 millones para fin de año, según Strategas Securities.

Más por venir

Saperstein espera que eso pueda significar que el rendimiento extra sobre los bonos del Tesoro que las empresas tienen que pagar sobre la deuda a más corto plazo aumente otros 10 puntos básicos dentro de los próximos seis a 12 meses.

La disminución de las reservas de efectivo en el extranjero ha tenido otras consecuencias en el mercado. Antes de los cambios tributarios, muchas compañías emitían bonos para financiar los beneficios de los accionistas en el país mientras mantenían los fondos en el extranjero y fuera del alcance de los recaudadores de impuestos de EE.UU.

Apple, Microsoft y Oracle fueron algunos de los 10 principales prestatarios no financieros en el mercado el año pasado, con la emisión de deuda a corto y largo plazo, según datos compilados por Bloomberg. Este año, ninguno de los tres ha vendido bonos. Representantes de Apple, Oracle y Microsoft declinaron hacer comentarios.

Esto ya está teniendo un efecto en la emisión de bonos corporativos.

Los US$ 888,000 millones que se han vendido este año se comparan con US$ 1 billón en el mismo período del año pasado, lo que deja al mercado en vías de interrumpir una racha de siete años consecutivos de incrementos en las ventas de deuda. La caída podría ser incluso más pronunciada si no fuera por un aumento global de las fusiones y adquisiciones que están alimentando otras necesidades de financiamiento.