Una remontada de 45% del precio de la soja en 11 meses no fue suficiente para convencer al agricultor DuWayne Bosse, de Dakota del Sur, de recortar la superficie que destinará al maíz en su granja esta primavera.
“En nuestra granja, estamos buscando maximizar los acres de maíz”, dijo Bosse, quien agregó que los futuros de la soja para la próxima cosecha tendrían que subir otro 9% a US$ 13.25 por bushel para que valga la pena cambiar sus planes de siembra.
Aunque los precios de la soja han subido más que los del maíz, que ganó un 24.7% en los mismos 11 meses, los agricultores están optando cada vez más por el grano amarillo en las semanas previas a la siembra.
Las razones incluyen la importancia de la rotación de cultivos para mantener la salud del suelo a largo plazo, una fuerte demanda de exportaciones y una perspectiva mejorada para el biocombustible a base de maíz.
Analistas esperan que los agricultores siembren una superficie combinada de soja y maíz récord en un ciclo de cultivo que será seguido de cerca, ya que los precios de ambos cultivos comerciales son los más altos en años.
Algunos han aumentado sus estimaciones de superficie de maíz y han reducido los pronósticos de superficie de soja antes del primer pronóstico de siembra del gobierno basado en encuestas a agricultores.
Un sondeo de Reuters pronostica que el informe del miércoles mostraría que los agricultores planeaban sembrar 93,208 millones de acres (37.72 millones de hectáreas) de maíz y 89,996 millones de acres (36.42 millones de hectáreas) de soja.
Darin Anderson, quien cultiva unos 3,700 acres cerca de Valley City en Dakota del Norte, planea reducir la siembra de soja en un 16% a 1,600 acres y aumentar la de maíz en un 25% a 1,250 acres.
Las fuertes lluvias de primavera limitaron su capacidad para sembrar maíz en los últimos dos años y espera darle prioridad este año. La soja se puede plantar más tarde que el maíz, por lo que si la lluvia retrasa la siembra, muchos agricultores terminan cambiándose a la oleaginosa. Plantar el mismo cultivo una y otra vez puede reducir la productividad de la tierra.
El clima adverso en Brasil podría limitar más su producción de maíz e impulsar la demanda del grano estadounidense. Se espera que la demanda de etanol a base de maíz en Estados Unidos aumente a medida que los conductores regresen a las carreteras después de los confinamientos impuestos por el COVID-19, lo que brindaría un mayor apoyo a los precios.
Una serie de compras de maíz de China justo antes de la temporada de siembra ayudó a consolidar las intenciones de los productores de apostar en grande al maíz, aunque un plan chino para reducir la cantidad de maíz y soja utilizados en la alimentación animal podría ser una amenaza si Pekín tiene éxito en encontrar alternativas rápidamente.
La fortaleza de los precios de ambos cultivos y las garantías de los seguros brindan a los agricultores la confianza para aumentar sus apuestas en el maíz, a pesar de que producirlo es más costoso por el valor de los insumos, desde fertilizantes al combustible. El maíz también tiene un mayor potencial alcista en términos de rendimiento.