Las acciones de la petrolera estatal se dispararon en hoy en la Bolsa de Valores de Sao Paulo después de las fuertes pérdidas registradas desde la semana pasada por la reducción del precio del diesel anunciada por el Gobierno para frenar la huelga de los camioneros.

Los papeles ordinarios de la compañía, con derecho a voto, se apreciaban un 10,01 % y los preferenciales, los de mayor valor, un 10,17 % en la primera hora y media de operaciones en la bolsa, en un ajuste de posiciones tras el desplome del lunes.

A pesar de la recuperación de este martes, las acciones de la petrolera acumulan una caída de más del 30 % como consecuencia de la huelga de camioneros, que inició el pasado 21 de mayo en protesta por los elevados precios del diesel por la presión del mercado internacional y la devaluación del real brasileño.

Petrobras, que es controlada por el Estado pero con acciones negociadas en las bolsas de Sao Paulo, Nueva York y Madrid, ha sentido fuertemente los efectos de la huelga y ha perdido 31,106 millones de dólares en valor de mercado desde el comienzo del paro, hasta el cierre de la sesión de este lunes.

La petrolera, además, dejó de ser la mayor empresa brasileña de capital abierto por valor de mercado y se sitúa ahora por detrás de la cervecera Ambev, la minera Vale y el banco Itaú Unibanco, según la empresa de informaciones financieras Economática.

La víspera, las preferenciales de la petrolera se desplomaron un 14,60 % y las ordinarias un 14,07 %, en una jornada en la que la Bolsa de Valores de Sao Paulo registró su mayor caída en un año al perder un 4,49 % en la sesión.

El presidente de Petrobras, Pedro Parente, tiene prevista hoy una teleconferencia con inversores y analistas, en medio a la especulación sobre su posible salida del comando de la estatal, exigida por sindicatos petroleros que convocaron a una huelga para esta semana.

La huelga, convocada por Federación Única de los Petroleros (FUP) para comenzar el miércoles, será en respaldo a los movimientos camioneros que están en huelga y en solidaridad con sus presiones para que Petrobras reduzca los precios de los combustibles, que se han disparado por las turbulencias en el mercado internacional.

La semana pasada, dos días después del inicio de la huelga, Petrobras anunció una bajada del 10 % del precio del diesel y su congelación durante un periodo de 15 días, aunque aseguró que mantendría su política de precios posteriormente.

La propuesta, sin embargo, no fue suficiente para los camioneros, y el presidente de Brasil, Michel Temer, se comprometió entonces a eliminar impuestos sobre ese combustible y a pagar a Petrobras la diferencia entre el valor internacional del diesel y el precio en las calles.

También estableció que los nuevos ajustes del combustible ahora serán mensuales y no diarios.

En un comunicado enviado el lunes al mercado, la petrolera resaltó que "no subsidiará el precio del diesel" y no lo acordado con los camioneros no "causará pérdidas a la empresa", pero el temor de los inversores es que la petrolera termine asumiendo el costo del subsidio ante la debilidad de las cuentas públicas de Brasil.

Según analistas, las últimas concesiones del Gobierno y de Petrobras a los huelguistas ponen en duda la independencia de la estatal en cuanto a la definición de los precios.