El 1.42 % de ganancias con el que se despertaba el Dow Jones, se fue desinflando a lo largo del día, al igual que el S&P 500. (Foto: AP)
El 1.42 % de ganancias con el que se despertaba el Dow Jones, se fue desinflando a lo largo del día, al igual que el S&P 500. (Foto: AP)

Tras un 2017 de récord, la volatilidad regresó a en el 2018, debido a las subidas de las tasas de interés, el temor a un estancamiento económico mundial y la incertidumbre generada por las decisiones del presidente estadounidense

"En esta misma época el año pasado hablábamos de un 2017 'desenfrenado'", recuerda Scott Wren, analista del banco Wells Fargo. "El contraste es sorprendente en el 2018".

Los daños no fueron más graves gracias a los excelentes resultados de las empresas, cuyos beneficios aumentaron en 20.3% durante el 2018, según previsiones de la compañía Factset, algo inédito desde el 2010.

Pero las perspectivas de un estancamiento de esos beneficios en el 2019, junto con las señales de ralentización del crecimiento mundial en un periodo de alza de las tasas estadounidenses, provocaron un frenazo en Wall Street.

Los primeros sobresaltos llegaron en febrero. Los inversores temían entonces que el nivel de los salarios estadounidenses provocara un fuerte aumento de la inflación y, por tanto, un mayor ritmo en la subida de las tasas de interés del banco central (Fed).

La institución dirigida por Jerome Powell emprendió en el 2015 una política de restricción monetaria, que cerrará poco a poco el acceso a los créditos baratos de los que se beneficiaron ampliamente los inversores y los ciudadanos durante la crisis, creando la sensación de que se acaba una edad de oro en la comunidad financiera. Las tasas aumentaron cuatro veces en un cuarto de punto en el 2018.

Los meses siguientes tranquilizaron a los inversores gracias, sobre todo, a los resultados empresariales, que permitieron un regreso de Wall Street a los récords históricos entre junio y setiembre.

La euforia se esfumó rápidamente, sin embargo, cuando Powell anunció en octubre que la Fed estudiaba acelerar la subida de sus tasas de interés.

Ataques de Donald Trump
Los valores tecnológicos, que dependen en gran medida de la buena salud económica estadounidense y mundial, sufrieron las consecuencias del anuncio: , que perdió 7.7% durante el año, cedió un 33% desde primeros de octubre, y Alphabet, la empresa matriz de Google, cayó en 0.6% y 13.5% en los mismos periodos.

Al término de este año complicado, diciembre ha sido desastroso. Antes del cierre del lunes, el Dow Jones registraba su peor duodécimo mes del año desde 1931, con una fuerte volatibilidad que no se veía desde hacía mucho tiempo.

Los temores provocados por la restricción monetaria llegaron hasta la Casa Blanca. Trump ha multiplicado en Twitter los ataques contra el presidente de la Fed, al que él mismo nombró a finales del 2017.

Pero los resultados en Wall Street no se deben únicamente a las medidas del banco central. "La guerra comercial iniciada por el presidente y sus ataques contra la Fed son el principal problema que sufren los mercados", asegura Ian Shepherdson, analista para Pantheon Macro.

Y bien es cierto que los aranceles impuestos al acero, el aluminio y una amplia gama de productos chinos, y las medidas similares tomadas por Pekín en represalia, originaron caídas en los mercados.

Trump, que menciona a menudo a Wall Street como ejemplo del éxito de su política, ha evitado el tema en las últimas semanas. Pero, pese a la caída de los valores, el presidente puede jactarse de haber contribuido a las fuertes subidas del Dow Jones y el Nasdaq (+20.5% y 21.1%, respectivamente) desde la fecha de su elección, el 8 de noviembre del 2016.

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