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Hay una razón de peso para considerar que lo que está sucediendo con las criptomonedas es una montaña rusa meramente especulativa de auge y caída: durante un período de tres meses, los precios de la totalidad de las principales monedas y fichas están bastante correlacionados, subiendo y bajando al unísono. ¿En qué los convierte eso si no en la encarnación del siglo XXI de la crisis de los tulipanes?

Sin embargo, no es tan simple. En los últimos 30 días, que incluyen una disminución espectacular del precio en dólares del bitcoin, las correlaciones no han sido tan confiables. En algunos casos, parecen haberse desajustado.

No creo que eso sea un accidente. Además de los especuladores relativamente ignorantes, la comunidad que comercializa criptomonedas incluye personas que están genuinamente interesadas en diversas aplicaciones de la tecnología de la cadena de bloques y que están haciendo apuestas informadas basándose en sus preferencias particulares.

Calculé las correlaciones del precio del bitcoin con los precios de las siguientes 10 criptomonedas por capitalización de mercado. Resultó ser el más fuerte, tanto en tres meses como en más de 30 días, en el caso de tres "monedas alternativas": iota, litecoin y bitcoin cash.

Las dos últimas son brotes del bitcoin, derivaciones de la moneda original que tienen más o menos los mismos fines: pagos y almacenamiento de valor. Ambos estaban destinados a reducir la considerable fricción de bitcoin (largos tiempos de procesamiento y altas tarifas de procesamiento) y permitir transacciones diarias más pequeñas de manera más eficiente.

Iota es una especie de bestia diferente: sus desarrolladores la presentaron específicamente para el internet de las cosas, un medio para pagos de máquina a máquina sin costo. Es una especie de bitcoin para robots, por lo que esencialmente sigue siendo una variación de la idea original.

Hay otras dos amplias categorías de criptomonedas entre las mayores "monedas alternativas": aquellas lanzadas por plataformas diseñadas para "contratos inteligentes" y ofertas iniciales de monedas (ethereum, neo, nem, eos) y aquellas "acuñadas" por proyectos que trabajan en procesamiento de transacciones basadas en la cadena de bloques para la industria financiera (ripple, cardano).

Stellar, el proyecto sin fines de lucro cuya criptomoneda se llama lumen, cae en ambas categorías.

En los últimos 30 días, las monedas lanzadas por los competidores de ethereum han mostrado las correlaciones más fuertes de precios con ether, la moneda de ethereum. Y no se han movido al unísono con bitcoin.

El mercado de criptomonedas es más joven que la tecnología misma de rápida evolución y la alta volatilidad ha atraído a muchos jugadores inconscientes. Ha avivado montones de condiciones que preceden a una burbuja. Sin embargo, tiene sentido mirar más allá de eso.

Uno puede ser escéptico, como mis colegas en la junta editorial de Bloomberg View, en cuanto a que las criptomonedas -descentralizadas o regidas por bancos centrales- son el futuro del dinero. En ese caso, tiene sentido mantenerse alejado de bitcoin, litecoin y bitcoin cash.

Pero eso no descarta creer en otras aplicaciones de la tecnología. Por ejemplo, si uno sostiene que las ofertas iniciales de monedas son una sólida manera de atraer inversiones y que la cadena de bloques es buena para registrar derechos de propiedad y almacenar contratos, entonces vale la pena mirar a ethereum y sus competidores, y quizás invertir.

Decidir cuáles depende de la tecnología o el mercado que a uno más le guste: hay diferentes argumentos, por ejemplo, en favor de neo, que tiene sede en China, y de eos, con su enfoque en el procesamiento rápido.

Para alguien que cree en la cadena de bloques como el reemplazo definitivo de la infraestructura actual de transferencia de dinero tales como el sistema Swift, las monedas digitales de Ripple y Cardano tienen sentido.

Pero estas inversiones pueden ser particularmente riesgosas, ya que no está del todo claro si las monedas alguna vez tendrán una amplia aceptación como parte de las soluciones de movimiento de dinero cada vez más populares de sus creadores.

Después de un tiempo, cualquier moda del mercado se vuelve aburrida e inversores juiciosos reemplazan a los especuladores. Sucedió con las puntocom a comienzos de la década del 2000 y está empezando a sucederle a las criptomonedas en el 2018.

Con el tiempo, algunas aplicaciones de la cadena de bloques tendrán demanda, otras no, y algunos inversores que compran y mantienen sus posiciones, a diferencia de lo que hacen los especuladores, ganarán dinero gracias al resultado satisfactorio de apuestas inteligentes.

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