Mariagracia Chumpitaz
El 2019 fue clave para el Perú con respecto al consumo de plástico de un solo uso. A lo largo del año, se estableció la prohibición de la entrega de bolsas y envoltorios plásticos en la publicidad impresa y prensa. Se estableció impuesto al consumo de bolsas plásticas en supermercados y establecimientos. Y a fines de año, se prohibió la fabricación y comercialización de sorbetes de plástico, entre otros productos. Todo ello está orientado a disminuir —y eliminar—el plástico de un solo uso, pero, ¿qué hay de aquellos plásticos que pueden reciclarse? ¿Los peruanos continúan acumulando basura que pone en peligro la salud y el medio ambiente? El reciclaje continúa siendo una oportunidad medioambiental —y una manera de hacer negocio— que aún no está siendo contemplada en su totalidad.
A falta de leyes orientadas al reciclaje, las empresas tienen la oportunidad de adelantarse a una tendencia que va a llegar pronto a su consumidor directo.
Perú: consecuencias de los desechos
El 83% de los sudamericanos vive en ciudades. Para el 2025, se espera que los 567 millones de habitantes urbanos de Latinoamérica arrojen 671,000 toneladas de basura al día, significando un aumento del 25%.
Los desechos orgánicos —que incluyen aguas residuales— son una gran fuente de metano, 28 veces más potente para atrapar el calor que el dióxido de carbono. Y, más de un tercio de las emisiones de metano en Perú se atribuye a la quema de vertederos.
Responsabilidad compartida: empresa y consumidor
Así, Sandra Tagle de la ong Recicla, Pe!, contó a Gestión.pe que es clave elaborar productos que en primer lugar puedan ser reciclables. “Muchos productos combinan, o combinaban, diferentes materiales de plásticos que lo hacían imposible de reciclar. Una vez que esta parte este contemplada, es un tema de concientizar a los recicladores que se puede reciclar”, afirmó.
Sería clave la comunicación. “Por ejemplo, los consumidores están acostumbrados a que el helado Sin Parar no se recicla, cuando ahora sí se puede. Se tiene que educar que es una responsabilidad compartida”, añadió. Pues no sirve que el material sea reciclable si el consumidor no lo sabe y no lo hace.
Un grupo empresarial de consumo masivo “no puede lanzar u empaque reciclable por sí solo, tiene que le proveedor del empaque desarrollar la tecnología para que pueda hacerse. Es un plan más extenso”, continúa. Invertir en materiales reciclables, por ahora, es más costoso, según la vocera por un tema de volumen. Lo que tiene que ocurrir es un consenso. “A veces dicen que no les conviene porque el consumidor no está suficiente educado como para preferir material reciclable a uno totalmente virgen”, comentó.
Sin embargo, a raíz de la imposición de las leyes del año pasado, los consumidores peruanos —tanto en Lima como en provincia— han mostrado una recepción positiva.
¿El consumidor podría adelantarse a la empresa y al Estado?
El 63% de los peruanos aceptarían pagar algo más (S/0.50) por un envase reciclable. Así lo señaló un Estudio Ómnibus de Consulting Perú a fines del año pasado.
Asimismo, el mito que es un interés o aceptación exclusiva de los millennials es destituido con esta encuesta. Según Fabian Klinkovich, director de Estudios y Consultoría de la consultora, comentó a Gestión.pe en noviembre que es la Generación X la que “más levanta la bandera de la separación de desechos”.
En total, el 56% de la población estaba a favor de que ya no se entregue bolsas de plástico y se cobre por bolsas reciclables. Sin embargo, al 43% le parece bien que se les entregue la comida preparada en un contenedor de plástico/tecnopor. El 41% lo rechaza completamente. Existe casi una dicotomía equitativa en este sentido. Así, el rechazo es más fuerte cuando hay una ley que la apoye, pero es una diferencia mínima. El consumidor va generando rechazo a materiales no reciclables.
Cómo la empresa se puede anticipar a la ley
“En otros países de la región, por ejemplo Chile, existe la responsabilidad extendida del producto. A las empresas se les demanda orientar cierta parte de sus gastos —dependiendo el país— a involucrarse ya sea en acopio de residuos u otras iniciativas. Acá no es una obligación. [Sobre todo el año pasado,] nos han estado buscando las empresas acá para solucionar estos problemas, porque su equipo interno da la base para una campaña tan grande”, comentó Tagle.
La vocera afirma que aquellos sectores más preocupados/adelantados son aquellos que tienen “el ojo crítico encima”. Por ejemplo, embotelladores internacionales. Sin embargo, otras empresas lo ven más orientado a marketing. Ello sería poco viable, porque la responsabilidad social que se refiere a sostenibilidad, altera el modelo de negocio. “No sólo es comunicación y marketing, la inversión también tiene que orientarse a dar las herramientas necesarias: camiones, puntos de acopio, logística”, afirma. La logística sería un punto vital. “Muchas empresas segregan sus tachos, pero al no preocuparse por la logística o informar, al final se mezclan todos los residuos”, añadió.
La ong afirma que han recibido empresas que buscan consultoría de distintos sectores: pesca, construcción, centros comerciales, comida rápida. “Se han dado cuenta que es tendencia”, añade.
Municipalidad: tecnología para educar y facilitar al usuario
Recicla, Pe! elaboró una aplicación en alianza con la Universidad de Toulouse. El piloto será lanzado en Miraflores. “El usuario va a poder saber, como si fuese un taxi de aplicación, a que hora pasa el reciclaje por su casa. Eso facilita a la municipalidad y al usuario”, confirmó Tagle. Buscan expandirlo a otros distritos para ayudar a formalizar a los recicladores.
Por lo tanto, en otros distritos de Lima como Magdalena, San Isidro, Jesús María, Cercado de Lima, y en el sur como en Punta Hermosa, Punta Negra y El Silencio, cuentan con jaulas de acopio de botellas.
“Buscamos un efecto dominó. Que las otras municipalidades copien lo que salga bien. También queremos invitar a las municipalidades de los conos a reciclar. El asunto es que estamos conscientes en que algunos distritos aún no tienen una gestión eficiente de recojo de basura, lo cual dificulta el reciclaje. Lo primero que se tiene que hacer es recoger la basura de la calle”, finalizó Tagle.