Hoy el Congreso de la República aprobaría por insistencia el proyecto de ley (N° 4985 2020-CR) que suspende el cobro de peajes en vías concesionadas, cuya autógrafa observó el Ejecutivo.
Al respecto, Gabriel Daly Turke, director general de Política de Promoción de la Inversión Privada del MEF, advirtió que de aprobarse dicha ley, las concesionarias, particularmente de las APP autofinanciadas, que son ocho, podrían decidir no cumplir con sus obligaciones.
Es decir, dejar de hacer todas las obras pendientes de sus concesiones y el mantenimiento, con el consecuente impacto negativo en los beneficiarios potenciales de esas vías y en el empleo que generan.
Además, dado que es una ley del Congreso que viola sus derechos contractuales, agregó, existe el riesgo de que los operadores de esas ocho concesiones pueden llevar sus casos a tribunales arbitrales internacionales (Ciadi). Ello implicará costos para el Estado, en caso de perder.
Solo en gastos de defensa (abogados), en promedio se gastaría US$ 4 millones por cada juicio que demora aproximadamente tres años. Pero lo más importante es el costo de la reparación que podrían pedir y que puede ascender a varios millones, lo que afectaría las finanzas públicas a futuro, detalló.
Peajes vigentes
Daly también refirió que actualmente existen 76 peajes, de los cuales en 56 peajes ya se ha suspendido el cobro (24 peajes son no concesionados y administrados por Provías Nacional y 32 peajes son concesionados, pero bajo la modalidad de cofinanciados que tienen cláusula de ingreso mínimo garantizado), ya no cobran peaje.
Las únicas que cobran peaje hoy son las concesiones autofinanciadas, que dependen de ese ingreso mínimo para seguir adelante. Detalló que estas últimas son ocho concesionarias (Línea Amarilla; Vía Nueva de Lima; la Red Vial N° 4 que va al norte; Red Vial N° 5; Red Vial N°6 (Panamericana Sur); Quilca – La Concordia; Autopista del Sol, y la IIRSA Centro, tramo 2).
En Corto
Argumentos. La ley que suspende el pago de peajes sustenta que se estaba trasladando a los bienes de los principales alimentos, pero eso no se ve en las cifras de esos precios, dice Baly. También que ocasiona costos más altos a los transportistas, pero los precios de los combustibles han disminuido. Y el riesgo de contagio es similar al de otros sectores.