David Cuervo, director de Bienestar Patrimonial de Mercer para Latinoamérica.

La reforma del es un tema que atañe a toda la sociedad y que tiene una serie de puntos perfectibles. Si bien se ha discutido en distintos niveles sobre ello, no existe aún un espíritu de reforma integral del sistema que rige desde 1993.

Desde la alargada tabla de mortalidad y las pensiones bajas hasta los últimos problemas de rentabilidad de las administradoras de fondos de pensiones hace falta mucho por hacer para mejorar el cariz del .

Panorama
De acuerdo a un estudio de marzo de la , solo 3 de cada 10 peruanos toma alguna medida que les permita cubrir sus gastos para la vejez. Así, el 19% tiene ahorros bajo el colchón o lo guarda en un cajón y el 7% decide tener depósitos en el sistema financiero.

El Estudio Nacional sobre las Estrategias de Ahorro a Largo plazo de la Población Joven y Adulto Mayor realizado por la y la Cooperación Suiza (SECO), además, evidenció que si bien el 98% de peruanos piensa que lo correcto es ahorrar de cara a la vejez, solo el 31% toma medidas al respecto. Asimismo, entre los jóvenes de 18 a 24 años, solo el 21% toma alguna acción.

A su vez, existe un riesgo de que más gente retire sus fondos con el mecanismo del 95.5%. Esto implica que, si bien aún no hay estudios que determinen cómo se usan los recursos retirados del fondo, más personas podrían eventualmente recalar en el programa social de Pensión 65, por ejemplo.

También se busca desde el Congreso permitir que la para los hombres sea a partir de los 50 años cuando antes era a los 55. Por ahora, hay más de medio millón de personas registradas en el programa estatal.

Según la Asociación de AFP, al 2017 hubo 703 mil desempleados (tras jubilación anticipada flexible o que no cotiza en el ) y el monto del retiro fue de S/ 29.8 mil millones. Para el 2026, los desempleados serían 808 mil y el montó ascendería a S/ 39.1 mil millones.

Para David Cuervo, director de Bienestar Patrimonial de Mercer para el Área Andina, Centro América y el Caribe, las personas no toman las mejores decisiones cuando se trata de fines provisionales. Por ello, recomendó, el sistema de previsión debe tener estructuras normativas que ayuden a tomar decisiones ya que pocas personas se afiliarían a una si fuera un tema electivo.

Asimismo, resaltó que es complicado prever un adecuado uso de los recursos retirados de las AFP. “Si los enfocaran para tener 3 carros y usarlos como taxi para generar producción adicional, no sé si, aun haciendo eso, podría ser más del porcentaje de la rentabilidad”, anotó.

Pero otro tema igual o más importante es la falta de educación en el ahorro. Por ejemplo, de acuerdo a

Si a esto se le agrega que y que la tasa de mortalidad aun se sitúa en los 110 años, es importante conocer distintas opciones de cara a la jubilación.

Medidas
Si bien existen diversas aristas que se deben resolver en todo el mundo del sistema previsional, hay algunas medidas que podrían impulsar un mejor panorama.

Por ejemplo, un primer tema es considerar un sistema solidario que provea un beneficio básico, a manera de subsidio, para las personas que no han tenido una economía laboral estable y de bajos recursos. Esto podría darse mediante más tributos o mayores impuestos a las personas que tengan mayor renta.

Otro podría ser generar un mercado de pensiones voluntarias. Perú es el único país de Latinoamérica que no tiene un mercado para dicho fin. Si bien existen los aportes voluntarios con o sin fin provisional, no existen mayores incentivos para considerar este tipo de inversión.

De surgir, se podrían dar beneficios tributarios como existen en otros países, en los cuales, si uno aporta voluntariamente con fin previsional, sus ingresos no se consideran como renta o ganancia ocasional. Lo que a su vez implica que no se pagará tributos en tanto no se genera renta.

Según Cuervo, en Colombia se puede dar hasta un 30% del ingreso; en México, 10%; Brasil, 12%; Chile, 10%; Guatemala, 100%; entre otros.
Otro punto es las inversiones que los fondos pueden realizar en los mercados internacionales.

Actualmente, países como Estados Unidos o algunos europeos como Dinamarca no tienen restricciones sobre dichas inversiones. En Perú, solo pueden destinar el 51% para ese objetivo.

¿Cuál es el problema con esto? Que, al depender de menos destinos de inversión, los riesgos aumentan. En caso existan problemas como incertidumbre política, como ocurre hoy en día según las , los ratios de rentabilidad caen al no diversificar sus inversiones.

En Colombia es casi el 60% y en México es 40% para tener una idea de cómo va la región.

De acuerdo a Cuervo, el SPP peruano tiene cerca del 22% del PBI como suma de los fondos. En Australia o Dinamarca, el índice es de más de 150%.

Asimismo, en Latinoamérica, las inversiones de los fondos se van a, principalmente, títulos de venta pública, acciones en la Bolsa de Lima (276 empresas), y certificados de depósito y bonos corporativos.

Sin embargo, existen otro tipo de fondos que podrían generar menor rentabilidad en el corto plazo pero mayor estabilidad en el largo como fondos de capital privado u otros incipientes pero atractivos como los Firbi y Fibra.

Un último aspecto a considerar es la ampliación de los aportantes voluntarios y para esto se cuenta, por ahora, con opinión favorable en el Congreso.

Actualmente, tienen que pasar 5 años para que una persona pueda aportar voluntariamente en los fondos del SPP pero una iniciativa legislativa busca anular esta condición.

Política
Sin embargo, la viabilidad de dichas medidas, entre otras, está supeditada, en gran parte, a la voluntad política de los congresistas.

El Congreso resulta muchas veces ser un escollo debido a que muchas iniciativas continúan en tanto se consideran intereses políticos. Es conocido que muchos proyectos legislativos proceden ya sea por medidas populares o por estrategia política.

Además, considerando la incertidumbre política debido a los constantes enfrentamientos entre el poder ejecutivo y el legislativo, especialmente de este gobierno, complican el desarrollo del debate en torno a la reforma previsional.

Si a eso se suma la limitada educación financiera en el grueso de la ciudadanía y diversos factores más, uno podría tener una respuesta al corto plazo de lo que puede ocurrir.