Tomás Vega
Tomás Vega

Por Luciana Tello

Tomás Vega disfruta de la rutina. El CEO del Grupo Yes (que representa a marcas como Hugo Boss, Emporio Armani y Trial) pone un pie en el gimnasio a las 5:00 a.m. y a las 8:30 a.m. ya está en la oficina para conversar con el personal administrativo y los clientes. Dice que tener contacto con quienes están en el “frente de batalla” le hace sentir que tiene el poder del negocio.

¿Cómo describiría a su equipo?
Tengo un grupo de gente muy leal. Por cierto, una cualidad que aprecio es que trabajen muchos años en la empresa. Por eso, velo por el bienestar de mis colaboradores, sobre todo estimulo a la gente proactiva. No me gusta que alguien se mimetice en el puesto y no se haga notar.

¿Ha descartado a algún candidato a la empresa por ir mal vestido?
Solo cuando alguien va a una entrevista con medias blancas de fútbol. Créeme que existen. Sin duda, la vestimenta es fundamental porque es parte del lenguaje, pero no se necesita ser muy sofisticado.

¿Se viste de una manera en particular para cerrar un negocio?
Sí, de todas maneras. No es que me vaya a disfrazar de algo que no soy, lo hago de acuerdo a la ocasión. Por ejemplo, sabía que los señores de la marca Lloyd iban a venir de saco y sin corbata. Los tenía mapeados y debía estar exactamente igual que ellos.

¿Por qué?
Tienes que crear empatía con tus pares. La ropa no suple una necesidad, no es un abrigo, es algo más, una segunda piel.

¿El traje formal es la única opción para ir a un banco?
Si tengo un proyecto y varios bancos interesados en financiarlo, me relajo. Pero si voy a solicitar un crédito, debo adaptarme más a los banqueros con prendas más estructuradas y una corbata no muy llamativa. Debo ir bien vestido pero no puedo ser el centro de atención.

¿Cuál es la crítica más difícil de asimilar que le han hecho?
Que no delego. Tal vez no es la más dura, pero es la que, soy consciente, debo trabajar. No debo involucrarme en todo. Tengo gente muy capaz que puede resolver cosas sin que yo participe. Es sano para la organización. Y esta debe seguir funcionando sin mí. Esa es mi meta.

¿Por qué no delega?
Es un tema de personalidad, quiero que me sigan y copien en todo para enterarme y opinar de todo.

¿Qué problemas le ha traído?
Podría tener más tiempo para mí. Recibo un promedio de 500 mails. Trabajo 10 a 12 horas diarias.

Entonces, ¿cómo consigue el balance entre su vida familiar y laboral?
Para un empresario es difícil desconectarse, pero por mi salud mental debo hacerlo. Me propuse encontrar tiempo y espacio todos los días para hacer algo que me dé felicidad en el aspecto personal.

¿Qué actividad se la da?
Soy un chef frustrado. Cocinar es una demostración de amor para la gente con la que comparto. Cuando veo a mis hijos, lo único que quiero es quedarme en casa, cocinarles y hacer una “pijamadita familiar”. No es fácil, pero ser feliz es una disciplina que trato de implantar.

¿Practica deporte?
Sí, el ejercicio es como una terapia. También me gusta jugar golf.

¿Qué analogía se puede hacer entre el golf y los negocios?
El golfista Tiger Woods dice que mientras más practicas, más suerte tienes. Además, su historia enseña que hay 200 personas iguales en técnica, pero la diferencia la hace quien tiene estabilidad emocional.

En corto

Tiempo libre. Tomás Vega confiesa que los empresarios viven muchas veces angustiados y con el deseo de hacer más cosas. En un intento por lidiar con ello, el CEO de Yes cambia a veces el almuerzo por un sándwich y utiliza ese horario para ir a jugar golf. “Lo ideal es jugar dos o tres veces por semana para tener un buen hándicap. El mío en algún momento estuvo en 12, ahora está en 18. Pero voy a regresar, lo prometo”, afirma el ejecutivo.

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