FOTO 4 | Los buenos jefes confían en sus empleados. Están seguros de sí mismos y de las personas a las que han contratado, por eso no tienen reparo a la hora de delegar tareas. Un mal jefe está encima de sus empleados supervisándolos constantemente porque no se fía. (Foto: iStock)
FOTO 4 | Los buenos jefes confían en sus empleados. Están seguros de sí mismos y de las personas a las que han contratado, por eso no tienen reparo a la hora de delegar tareas. Un mal jefe está encima de sus empleados supervisándolos constantemente porque no se fía. (Foto: iStock)

¿Se puede perder el empleo por publicar una opinión en Twitter, o incluso por darle “like” al mensaje de otra persona? Por sorprendente que les parezca a los empleados que esperan que las empresas consientan sus atípicos horarios de trabajo, sus gustos cafeteros o sus mascotas, la respuesta suele ser sí. Pascal ­Be­sselink, abogado laboralista en Países Bajos, estima que uno de cada diez despidos abruptos en ese país está relacionado con el comportamiento en redes sociales.