El trabajo remoto llegó para quedarse y masificarse, según el gerente general de Digiflow. (Foto: Leandro Britto / GEC)
El trabajo remoto llegó para quedarse y masificarse, según el gerente general de Digiflow. (Foto: Leandro Britto / GEC)

La llegada del coronavirus a Perú supuso un enorme reto no solo para el Gobierno sino también para el sector privado que debía mantenerse operativo en tiempos de confinamiento obligatorio.

El que aún no era puesto en práctica de forma masiva por las empresas tomó un impulso casi obligatorio, lo que causó que muchas empresas debieran acelerar sus procesos de transformación digital.

La legislación peruana señala que, en el proceso de negociación de la condición de teletrabajo, el empleador debe asumir lo siguiente:

  1. Condiciones para el colaborador: equipamiento, conectividad, confort, aislamiento de audio.
  2. No exigir jornada de exposición frente a la computadora muy extendida ni permanente visibilidad con cámara encendida (invasión a la privacidad).
  3. Horarios definidos y espacios delimitados pues aplican condiciones laborales iguales a trabajo presencial, incluyendo riesgos y accidentes de trabajo.
  4. No exigencia de sobre trabajo ni entregables fuera de horario.

Sin embargo, para Renzo León-Velarde, gerente general de Digiflow, aún falta reglamentar las condiciones específicas de la relación laboral remota.

La ley solo genera equidad entre el teletrabajador y el presencial, pero no regula las condiciones de la nueva normalidad”, apunta.

Para León-Velarde, el teletrabajo o es una forma de trabajo más eficiente, rentable y viable ante un mundo orientado a la transformación digital.

¿Cómo implementarlo?

El gerente de Digiflow brinda las siguientes recomendaciones a tomar en cuenta para implementar esta modalidad de forma óptima:

  1. Confiar en su proceso de selección para entender que los recursos se contrataron por su capacidad, independiente de la modalidad.
  2. Orientar sus recursos al trabajo por resultados.
  3. No buscar implementar políticas de control visual (cámaras) o de monitoreo por tiempo de exposición.
  4. Hacer uso de herramientas digitales para una verdadera gestión remota tales como: Sistema de planificación de recursos empresariales (ERP), Administración basada en la relación con los clientes (CRM), uso de la firma digital, facturación electrónica, salas de reunión virtual, entre otras afines.