Foto 1 | Incentiva tu curiosidad. Cuando viajamos a destinos lejanos, nos incorporamos en un nuevo puesto de trabajo o nos adentramos en sectores o mercados desconocidos, nos volvemos mucho más proclives a experimentar cosas nuevas 
y, por tanto, nuestra mente se abre más. Es decir, se despierta nuestra curiosidad y esta curiosidad es la que nos anima a probar novedades, a superar nuestros límites, a autorretarnos, a descubrir cosas nuevas, a disfrutar de todos los detalles y, por tanto, a estar más alerta. Luego, la rutina del día a día nos introduce de nuevo en los límites autoimpuestos y restringe nuestra capacidad de sorpresa y entusiasmo.
Oblígate, pues, a mantener esa actitud de curiosidad constante. Además de disfrutar más de lo que haces, conseguirás mantener la mente abierta a otras opciones. A nivel de equipo, una forma de mantener el espíritu inquieto de los primeros tiempos es promoviendo el trabajo por proyectos, que se renueven constantemente. Si eso no es posible, una solución es rotar los puestos.
Foto 1 | Incentiva tu curiosidad. Cuando viajamos a destinos lejanos, nos incorporamos en un nuevo puesto de trabajo o nos adentramos en sectores o mercados desconocidos, nos volvemos mucho más proclives a experimentar cosas nuevas 
y, por tanto, nuestra mente se abre más. Es decir, se despierta nuestra curiosidad y esta curiosidad es la que nos anima a probar novedades, a superar nuestros límites, a autorretarnos, a descubrir cosas nuevas, a disfrutar de todos los detalles y, por tanto, a estar más alerta. Luego, la rutina del día a día nos introduce de nuevo en los límites autoimpuestos y restringe nuestra capacidad de sorpresa y entusiasmo. Oblígate, pues, a mantener esa actitud de curiosidad constante. Además de disfrutar más de lo que haces, conseguirás mantener la mente abierta a otras opciones. A nivel de equipo, una forma de mantener el espíritu inquieto de los primeros tiempos es promoviendo el trabajo por proyectos, que se renueven constantemente. Si eso no es posible, una solución es rotar los puestos.

(Bloomberg). Las economías de los mercados emergentes impulsarán las ganancias de habilidades en la fuerza laboral mundial en las próximas décadas, reduciendo potencialmente la desigualdad entre las naciones en el proceso.

El mundo registrará un aumentó de 30% de los trabajadores calificados, aquellos con nueve o más años de educación de 1,660 millones en 2011 a 2,160 millones en 2040, según un nuevo informe del Banco Mundial.

Gracias a su creciente población e inversiones en educación, se espera que los países en desarrollo contribuyan con todos esos trabajadores educados adicionales.

"La próxima gran ola de cambios en el mercado laboral mundial, la creciente participación de trabajadores educados en las economías emergentes y en desarrollo, probablemente elevará el crecimiento potencial mundial y estará acompañado por una mayor disminución de la desigualdad de ingresos global", según el informe.

El número de trabajadores calificados en las economías desarrolladas se reducirá de 603 millones en 2011 a 594 millones en 2050 a medida que la población envejece, según las proyecciones. ¿El resultado? Mientras que un trabajador calificado de una economía avanzada compitió con dos expertos de una economía en desarrollo en 2012, se espera que esa relación aumente de 1 a 3 para 2030.

Ese cambio "podría constituir un shock para los mercados laborales mundiales", según el informe del Banco Mundial. "Dado que mejores habilidades se asocian con mayores ingresos, el mundo en el escenario base seguirá siendo más igual".

Y hay espacio para una sorpresa al alza. Si las mejoras en la educación se aceleran, la oferta de mano de obra calificada podría expandirse más de lo previsto. Aún así, conflictos, sequías, recesiones o fricciones en el mercado laboral presentan riesgos para las perspectivas.