Estados Unidos
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Por primera vez en cuatro años, el Departamento de Comercio de Estados Unidos puede estar a punto de informar un PBI que supere el 4%. El índice GDPNow del Banco de la Reserva Federal de Atlanta, un indicador ampliamente observado que sigue el crecimiento en tiempo real, indica que la economía probablemente se expandirá a una tasa anualizada del 4.49% este trimestre.

Si esa cifra termina siendo correcta, las implicaciones serían profundas. Primero, aumentarían las probabilidades de que se cumplan las previsiones de crecimiento más optimistas para este año y la actual expansión económica probablemente se extenderá hasta junio del 2019 para convertirse en la más prolongada en la historia de EE.UU.

También, las elecciones de mitad de período probablemente no serían la apuesta segura para los demócratas que los estrategas políticos actualmente imaginan. Una economía fuerte podría ser un factor lo suficientemente decisivo para evitar que los demócratas recuperen el poder en el Congreso.

En la superficie, una pausa en el reciente patrón, donde el fuerte crecimiento en un trimestre es seguido por resultados inferiores el próximo, parece completamente alcanzable, especialmente cuando la tasa de desempleo se ha desplomado a niveles tan bajos que los comentaristas trazan paralelos con la administración Kennedy.

Y sin embargo, por difícil que sea verlo, el problema es un contexto demasiado bueno para ser prolongado. Es cierto que en ciertas industrias los empleadores no pueden obtener los trabajadores que necesitan para satisfacer la demanda de los clientes.

También es cierto que cuando logran conseguir los trabajadores que necesitan, es al costo más alto que ha habido en años. La inflación salarial está sana y salva en ciertas industrias, y ahí está el desafío que deben superar los gerentes.

Las mejores comprensiones sobre la abrumadora demanda de trabajadores se pueden obtener de los datos, que son menos seguidos pero útiles, publicados mensualmente por Challenger, Gray & Christmas.

La firma es mejor conocida por sus datos sobre despidos, pero sus anuncios mensuales de contratación brindan importante información sobre los cuellos de botella en la fuerza de trabajo.

El panorama general es duro. Las intenciones de contratación este año han caído casi a la mitad en comparación con 2017, debido a un colapso en la demanda de trabajadores en Tecnología de la Información, Entretenimiento y Ocio, Telecomunicaciones y Minorista.

La poca demanda que hay se puede ver en algunas de las industrias que tienen los grupos más pequeños de trabajadores disponibles tales como Construcción, Energía y Electrónica.Traspasar a los clientes el aumento de los costos de mano de obra que provienen de llenar las posiciones abiertas es el camino preferido por los empleadores, pero eso ha sido más fácil decirlo que hacerlo.

Entonces, esos costos deben ser mitigados. Los costos no laborales pueden reducirse, pero esa vía ha sido perseguida hasta el extremo. Otra opción implica aumentar el apalancamiento para financiar el aumento de los gastos de mano de obra, pero si el aumento de la deuda para cubrir los mayores costos llega a su límite natural, las compañías se dirigen a la fuente final de alivio de los márgenes: las fusiones.

Se han anunciado alrededor de US$ 1.27 billones en fusiones y adquisiciones en los primeros cinco meses del año ya que las empresas buscan sinergias, un récord para ese período, según los datos compilados por Bloomberg.

Las empresas están claramente en modo de control de daños para proteger sus márgenes, incluso si esto significa sacrificar las culturas corporativas a través de un matrimonio forzado.

Aunque existe un orden natural para los esfuerzos de contención de costos, la vida no siempre se ajusta a un guión cronológico. A menudo, las soluciones se persiguen al azar mientras los gerentes se apresuran a reaccionar ante una contracción de los márgenes.

Esta tensión inherente se refleja en los datos sobre ofertas de trabajo del Conference Board, que han estado en un constante descenso desde que alcanzó su punto máximo en noviembre del 2015.

Tan difícil como es de imaginar, grandes porciones de la economía subyacente se han ralentizado aun cuando el sector industrial se ha visto energizado por un dólar más débil, el peor año que se haya registrado en cuanto a desastres naturales en el 2017 y el surgimiento de temores de una guerra comercial.

No se puede decir lo mismo de las re-publicaciones de empleos, que son puestos vacantes que se vuelven a publicar si no se llenaron. Esas publicaciones han aumentado, lo que refleja el aumento en la demanda de trabajadores especializados.

Una cosa es cierta: la brecha entre las nuevas ofertas de trabajo y las re-publicaciones se resolverá a medida que las empresas tomen medidas para contener sus costos de mano de obra. Una manifestación milagrosa de trabajadores especializados para llenar las posiciones abiertas validaría los pronósticos más optimistas de los economistas. Pero los milagros son poco frecuentes.

El resultado más probable implica la interrupción de la ilusión que flota hoy en los mercados.

Por Danielle DiMartino Booth

Esta columna no necesariamente refleja la opinión de la junta editorial o de Bloomberg LP y sus dueños.