La falta de liderazgo femenino "va en detrimento de la economía estadounidense en conjunto", sostiene especialista. (Foto: iStock)
La falta de liderazgo femenino "va en detrimento de la economía estadounidense en conjunto", sostiene especialista. (Foto: iStock)

Por Johnny Wood, Formative Content

Cuando las mujeres durante la Segunda Guerra Mundial fueron a trabajar a las fábricas, se desmoronó el mito de que no eran capaces de hacer el mismo trabajo que los hombres.

En la actualidad, sin embargo, a pesar de la tendencia hacia una mayor igualdad, algunos países aún prohíben a las mujeres realizar ciertos trabajos. Esto se observa con frecuencia especialmente en industrias como la manufactura, la agricultura, el transporte, la minería, la construcción, la energía y el agua.

El Banco Mundial sostiene que hay 104 economías cuyas leyes laborales restringen los tipos de trabajos que las mujeres pueden emprender, y cuándo y dónde se les permite trabajar. Estima que esto afecta las opciones de empleo de 2.7 mil millones de mujeres.

El tipo de discriminación que enfrentan las mujeres varía de un estado a otro. En 123 países no existen leyes para detener el acoso sexual en la educación, y 59 países no legislan en contra de este en el lugar de trabajo. En 18 países, los maridos tienen el derecho legal de impedir que sus esposas trabajen, mientras que en cuatro países está prohibido que las mujeres registren una empresa.

Limitaciones a la elección de trabajo

Las profesiones "solo para hombres" por lo general incluyen trabajos que se consideran demasiado peligrosos o extenuantes para que los lleven a cabo las mujeres. En Rusia, las mujeres tienen prohibido conducir trenes o pilotar barcos.

Hay otros tipos de trabajo se consideran inapropiados para las mujeres. En Kazajistán, las mujeres no pueden cortar, eviscerar o desollar ganado, cerdos u otros animales rumiantes.

Las consideraciones generales sobre seguridad determinan algunos límites sobre cuándo se les permite trabajar a las mujeres. En Mumbai, las mujeres comerciantes no pueden trabajar hasta tan tarde como sus colegas masculinos; además, las mujeres malasias no tienen permitido transportar bienes ni pasajeros por la noche.

Leyes obsoletas

Algunas de estas leyes discriminatorias datan de hace algún tiempo. The Economist señala a la Revolución Industrial como el origen de la práctica que consiste en evitar que las mujeres trabajen de noche. En 1948, la Organización Internacional del Trabajo aún consideraba que el trabajo nocturno era inadecuado para las mujeres.

Algunas de las leyes son vestigios de la época colonial; además, antiguas colonias continúan aplicando el Código Civil español, el Código Napoleónico francés o las leyes británicas de la Commonwealth.

Más recientemente, se introdujeron otras disposiciones. En 2013, Vietnam prohibió que las mujeres condujeran tractores de más de 50 caballos de fuerza.

Sarah Iqbal, administradora del programa del Banco Mundial Mujer, Empresa y el Derecho afirma: "Lamentablemente, las leyes son una línea recta para los hombres y un laberinto para muchas mujeres de todo el mundo, y es necesario que eso cambie. No hay motivo para mantener a las mujeres fuera de ciertos trabajos o evitar que sean dueñas de una empresa. Nuestro mensaje es simple: sin mujeres, no hay crecimiento".

El proyecto ilustra cómo la discriminación laboral puede conducir a una pérdida de productividad. Es menos probable que las mujeres establezcan un negocio en países donde no existen leyes que las protejan del acoso sexual en el lugar de trabajo, así como restricciones sobre dónde y cuándo pueden trabajar. Según una estimación del Banco Mundial, 500 millones de mujeres no cuentan con esa protección.

También es menos probable que las mujeres ocupen puestos de liderazgo en países en los que su libertad para actuar de manera independiente está restringida. Las cifras del Banco Mundial sugieren que 850 millones de mujeres viven con límites a su libertad de movimiento.

Sin embargo, las cosas están cambiando y se tiende principalmente a una igualdad mayor, no menor.

En algunas industrias, el catalizador del cambio es la tecnología, ya que los avances hacen que ciertos trabajos sean más seguros y menos dependientes de la fuerza muscular.

En otros lugares, las fuerzas económicas están ayudando a eliminar las prácticas restrictivas. En los países de Europa Oriental, por ejemplo, las mujeres trabajan como camioneros ocupando el vacío dejado por los conductores masculinos que buscaban un trabajo mejor remunerado en otras regiones de la UE.

Las actitudes también están cambiando. Pionera en la igualdad de género, Islandia ha encabezado el Índice Global de Brecha de Género del Foro Económico Mundial durante casi una década. Además, países como Bulgaria, Kiribati y Polonia están eliminando de sus leyes todas las prácticas restrictivas relacionadas con el género, mientras que Colombia y el Congo han eliminado algunas normas discriminatorias.

(Publicado por el World Economic Forum)