El secretario general de la OEI, el español Mariano Jabonero. (Foto: OEI)
El secretario general de la OEI, el español Mariano Jabonero. (Foto: OEI)

Existe una brecha en Iberoamérica entre lo que demanda el mercado laboral y la formación que ofrece el sistema universitario, lo que redunda, junto a una productividad baja, en el “rezago competitivo” que presenta la región en comparación con el conjunto de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Consta así en el informe “Educación superior, competitividad y productividad en Iberoamérica”, de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), presentado en la Casa de América de Madrid.

Según el estudio, en América Latina la productividad ha disminuido en los últimos 50 años y es baja en todos los sectores.

El problema está en cuestiones como la debilidad institucional del entorno productivo, la alta informalidad del mercado de trabajo, que en toda la región afecta a alrededor del 50% de los empleados, y el desempleo juvenil, incrementado por la irrupción de la pandemia del COVID-19, déficits que lastran la productividad de la región.

El secretario general de la OEI, el español Mariano Jabonero, destacó en la presentación del estudio el crecimiento del número de universitarios en Iberoamérica, donde hay 32 millones de estudiantes, de los que el 70% son los primeros de su familia en acceder a la universidad.

Sin embargo, lamentó que estos buenos datos no logren revertir la tendencia que sitúa desde 1960 a América Latina, junto con el África Subsahariana, como las regiones que registran un crecimiento negativo de la productividad total.

Hay que poner el foco en la pertinencia de los programas de estudios y la capacidad de las universidades para responder con rapidez a los retos de formación y las competencias requeridas realmente por el mercado laboral”, afirmó Jabonero.

Según el máximo responsable de la OEI, “es el momento de hacer frente al déficit histórico expuesto en materia de productividad, cuyos efectos negativos se han exacerbado con la pandemia del COVID-19, que puede ser una oportunidad para hacer frente al reto de la productividad, y hacerlo desde la educación, el recurso más estratégico y sostenible”.

Transformación digital

Por su parte, el secretario general de la OCDE, el mexicano Ángel Gurría, señaló que “la productividad de Iberoamérica está estancada, puesto que solo representa 38% de la productividad promedio de la OCDE”.

Para superarlo, Gurría defendió aprovechar la transformación digital, mejorando el acceso a las nuevas tecnologías y fortaleciendo el impulso de habilidades digitales, e involucrar a todo el sistema de educación superior, que debe “fomentar el espíritu empresarial de los jóvenes”.

Nuestros jóvenes deben dejar de ser las principales víctimas de la pandemia y convertirse en los principales reconstructores de Iberoamérica”, que debe ser “resiliente, incluyente, sostenible, unida y fuerte”, aseguró.

La ministra española de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, destacó que debe prestarse atención a la formación del profesorado, la regulación y el fomento de la formación profesional dual (en centros de enseñanza y de trabajo), los doctorados industriales y el impulso de la cooperación público-privada.

Según la canciller, este trabajo, “si alguna vez fue necesario, hoy, con la crisis y con la necesidad de reinventar nuestras economías se hace imprescindible”.

El informe fue elaborado por el Instituto Iberoamericano para la Educación y la Productividad, dependiente de la OEI, bajo la dirección de Germán Ríos, director del Observatorio de América Latina del Instituto de Empresa, y Victoria Galán-Muros, directora ejecutiva de Innovative Futures Institute, que reclama una “acción coordinada” entre universidades, gobiernos e industria para “cerrar la brecha de competitividad”.

También hoy, la OEI y la OCDE firmaron un acuerdo para que ambas organizaciones colaboren en el Instituto Iberoamérica de Educación y Productividad de la OEI, en el cual la OCDE participará como organismo integrante de su consejo rector.