Lo que se conoce es tranquilizante mientras lo nuevo inicialmente resulta amenazador (Foto: Pixabay)
Lo que se conoce es tranquilizante mientras lo nuevo inicialmente resulta amenazador (Foto: Pixabay)

La idea del cambio es constantemente alabada y recomendada, sin embargo, viene acompañada de miedos, tanto de la persona que intenta superarse como de las que la rodean. En primer lugar, uno de los mayores temores del ser humano es diferenciarse del resto y no ser aceptado, ya que “en general cualquier cambio produce incertidumbre porque implica una modificación en las contingencias o circunstancias de nuestro entorno a las que estamos acostumbrados. Y la incertidumbre genera cierto temor, al menos al principio, hasta que volvemos a conocer y a tener control sobre la nueva situación”, explica Miriam Rocha Díaz, psicóloga clínica y docente del Instituto Terapéutico de Madrid (ITEMA).

“Todo cambio nos genera cierto miedo o activación porque nos obliga a adaptarnos a las nuevas condiciones del entorno. Ese temor puede aumentar si, además, el cambio se vislumbra negativo, pues habrá que preparase para seguir adelante en circunstancias peores a las precedentes, lo cual supone un coste adicional para la persona: emocional, físico, en calidad de vida, bienestar y seguridad…”, afirma Rocha.

Además, las personas que le rodean también parecen pasar por una situación similar, ya que, aunque alguna vez prometieron su apoyo no parecen muy contentas cuando finalmente pones en práctica la superación personal. Pero ¿cuál es la razón?

De acuerdo al resumen de Ashley Lyles en Psychology Today la investigación dirigida por Lydia Emery de la Northwestern University podría ofrecer una pista. Durante varios estudios, las personas pensaron en cómo habían cambiado sus parejas, indicaron cuánto apoyo o resistencia previa o anticipada tenían a esos cambios, asimismo, los investigadores hicieron que los individuos autoevaluaran qué tan claros eran sobre su autoconcepto.

Al final de la investigación se reveló que cuando las personas tenían menos claridad acerca de su autoconcepto, generalmente no apoyaban el cambio de su pareja. La razón principal era indirectamente miedo al cambio, ya que les preocupaba que los cambios de su pareja significaran que ellos también tendrían que modificar su conducta o actividades.

Aunque el estudio no se aplicó en personas con vínculos más íntimos o familiares es probable que suceda lo mismo con cualquiera con quien se sientan profundamente conectado. Es normal aferrase a la familiaridad en cierta medida, y al necesitar la validación externa para formar y confirmar la percepción de uno mismo es comprensible que resulte aterrador ver al alguien muy cercano estar dispuesto a cambiar.

En con conclusión, no es que a la gente no le importe lo que quiera hacer, ni sus logros y metas, es simplemente que necesitan saber quiénes son sin usted. Según, la revista Inc.com puede ayudarles a darse cuenta de eso:

  • Animándolos a probar cosas nuevas.
  • Pidiendo su opinión
  • Preguntar sobre lo que quieren o valoran.
  • Conseguirles más información o recursos para explorar sus aficiones e intereses.
  • Señalar con tacto las fortalezas y debilidades de una manera positiva
  • Conectándolos con gente nueva.
  • Retrocediendo para que puedan tomar más control
  • Alentándolos a intentar de nuevo después de errores
  • Tomarse el tiempo para escuchar sobre experiencias más profundas que pueden alimentar el miedo y la timidez.

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