Las empresas familiares generan hasta el 70% del empleo del país, según la AEF. (Foto: Thinkstock)
Las empresas familiares generan hasta el 70% del empleo del país, según la AEF. (Foto: Thinkstock)

Las organizaciones demandan profesionales con conocimientos tecnológicos y capaces de desarrollar las capacidades interpersonales que requiere el proceso de transformación en el que están inmersas.

Según el portal Expansión, no es nuevo que el mercado solicite más expertos digitales de los que existen. La innovación marca el ritmo empresarial y contar con los mejores es crucial. Sin embargo, las cosas están cambiando. Los responsables de selección se están dando cuenta de que los conocimientos digitales que hace apenas un par de años abrían las puertas del empleo no bastan para trabajar en una organización. En la actualidad, los procesos son cada vez más complejos e implican capacidades y habilidades que ahora son muy relevantes en la contratación de un nuevo candidato.

Gemma Mercadal, psicóloga de AddVante -firma de servicios profesionales-, asegura que "tener un buen perfil técnico es una característica necesaria para encajar en muchas de las empresas, pero la realidad nos dice que no es suficiente".

Mercadal considera que "los proyectos de cariz tecnológico han adquirido tal complejidad que es prácticamente imposible que una persona aislada los pueda desarrollar. Desde esta perspectiva se vuelven imprescindibles las competencias interpersonales, comunicación, trabajo en equipo, negociación, influencia... en definitiva aquellas que ayudan a relacionarse de manera efectiva". Y, para poder desplegar estas competencias, "es básico desarrollar las capacidades intrapersonales, las que nos permiten gestionarnos a nosotros mismos, como el autocontrol, la estabilidad emocional, la autoconfianza o la resistencia a la adversidad", resume Mercadal.

No se trata sólo de una percepción personal. Spring Professional, la consultora de selección de mandos intermedios, medios y directivos de Grupo Adecco, publicaba esta semana su informe de Los más buscados del futuro. El digital manager, el experto en seguridad y el ingeniero en inteligencia artificial ocupan los primeros puestos entre los profesionales más demandados por las empresas, "perfiles muy tecnológicos pero con un importante componente humano, capaces de gestionar los modelos productivos que la tecnología trae de la mano", matizan.

Las compañías quieren personas que además de su actividad tecnológica puedan interactuar, trabajar en equipo y demostrar una actitud colaborativa. Estos son los ingredientes básicos necesarios para encajar en las organizaciones de hoy en las que conviven hasta cinco generaciones con maneras de trabajar diferentes. Incluso las empresas de reciente creación y muy vinculadas al ámbito tecnológico comienzan a preocuparse por detectar y analizar esas habilidades entre sus perfiles más tekis.

Es el caso de Fluendo. Fundada en 2004, desarrolla productos multimedia y soluciones de videoanálisis. Todos los miembros del equipo directivo han participado en un cuestionario de evaluación 360 -superiores, subordinados y compañeros valoran los comportamientos de cada persona en el ámbito personal y profesional- y un test psicométrico de competencias.

"La planificación, la gestión, saber cómo liderar a un equipo o tener bajo control las emociones puede ser vital para la buena salud de la compañía, igual que puede ralentizar su evolución que haya un trabajador indeciso, poco orientado a los resultados o menos capaz de analizar objetivamente un problema para llegar a una solución", explica Mercé Delgado, CEOde Fluendo.

Selección y adaptación

Análisis y gestión de la información y rigor son algunas de las capacidades que señala Carmen Rodríguez, directora del área de selección y evaluación de Psicotec, cuando se le pregunta por el perfil digital que demandan las empresas:

"Cada vez se trabaja más en equipos multidisciplinares de forma coordinada, y esto obliga a ocupar puestos y a desempeñar distintos roles. También se habla de comunicación más tradicional y a través de redes digitales".

Rodríguez cree que eso no significa que los perfiles STEM -acrónimo inglés para denominar a los titulados en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas- no posean esas habilidades que demanda el mercado, "la mayoría empiezan a desarrollarlas cuando irrumpen en el mercado laboral".

Según Fernando Aguilar, responsable de operaciones y ventas de Experis IT -división de ManpowerGroup especializada en perfiles digitales-, "son personas muy habituadas a resolver problemas técnicos, pero no conflictos laborales, una de las capacidades más difíciles de encontrar en los candidatos. Sin embargo, son personas muy colaboradoras, una de las habilidades más demandadas, junto con la resolución de problemas, la comunicación y la organización, estas tres últimas menos habituales en candidatos digitales".

Los expertos coinciden en que la adaptación a los procesos depende tanto de la empresa como de los nuevos profesionales digitales. Y si al principio se produjo un choque cultural por una forma distinta de hacer las cosas, poco a poco, los profesionales digitales la han adaptado a la cultura corporativa y viceversa.

"Al inicio de la transformación digital, las empresas no estaban preparadas para acoger una manera de trabajar diferente y se quejaban de que los candidatos no encajaban. Ahora las organizaciones están digitalizando sus procesos y los que vienen de fuera ya no son tan raros, los más veteranos se han acostumbrado a trabajar en un entorno digital", reconoce Aguilar, quien menciona la learnability -curiosidad por el aprendizaje- como una de las soft skills -habilidades- más relevantes para acometer esta transformación digital.

Nacho de Pinedo, fundador de ISDI (Instituto Superior para el Desarrollo de Internet), coincide con Aguilar en este proceso paulatino de adaptación: "Cuando varias generaciones conviven en el mismo entorno laboral pueden producirse problemas de comunicación porque están acostumbradas a relacionarse de una manera diferente. No es un problema irresoluble, se puede entrenar. A los más jóvenes les parecen ilógicos ciertos comportamientos; no entienden que sea necesaria una reunión de tres horas para resolver un problema, por eso a veces se aíslan como respuesta a esta locura ineficiente y se centran en su trabajo".

Ser 'teki', no es ser digital

El perfil digital huraño, ausente y friki tiene los días contados. De Pinedo asegura que "las empresas son organismos vivos que a veces generan anticuerpos y expulsan aquello que no encaja. Actitudes de este tipo hacen que la transformación digital no sea posible". Eso hace que estos profesionales hayan perdido brillo. Por su parte, Mercadal añade que "como técnico ya es necesario desarrollar competencias relacionales, porque es uno de los eslabones de la cadena de valor que debe contribuir a impulsar el desempeño de la organización.

Es importante estar en contacto de forma efectiva con áreas no tan tecnificadas como márketing para entender mejor cuáles son las necesidades del consumidor, con atención al cliente para resolver sus dudas, con ventas para ayudar a construir el argumentario o con dirección para aportar en la estrategia". El fundador de ISDI afirma que "una de las mejores cualidades de un profesional de la era digital es el trabajo en equipo. Debe ser capaz de compartir, generar empatía y manejar proyectos en grupo". En su opinión, estas soft skills son las que marcan el futuro de las organizaciones: "Antes quien controlaba la información tenía el poder, ahora es quien la comparte. Antes se trabajaba con los datos que había en la empresa, ahora con toda la información que tienes a tu alcance; antes se trabajaba de forma segura para no cometer errores, en la actualidad el método de prueba y error marca la evolución. En este entorno ya nadie habla de trabajar de manera aislada".

Los conocimientos digitales importan mucho, pero sobrevivir en este contexto requiere el desarrollo y aplicación de unas actitudes personales y un poder de adaptación necesario para la convivencia con las nuevas tecnologías. Sonia Ruiz es directora del área de nethunting de The Key Talent -empresa tecnológica especializada en transformación digital-. Asegura que "cómo nos comunicamos y las relaciones personales han cambiado y también las profesiones. Los jóvenes traen una manera de comunicarse distinta inherente. Ellos tienen que adaptarse a la cultura de las organizaciones, pero las empresas deben aprender a transformar sus procesos para adaptarse a la manera de hacer las cosas, consecuencia del uso de las nuevas tecnologías".

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