Las empresas del sector agrícola viven momentos de incertidumbre, pues temen que el reglamento de la ley agraria, a emitirse por el Gobierno en los próximos días, genere nuevos sobrecostos.
El presidente del directorio de Agrícola Chapi, Augusto Baertl, refirió que si bien “normalmente un reglamento no cambia lo establecido en una ley”, todo lo ocurrido en las últimas semanas con el cambio del régimen agrario “hace que cualquier cosa se pueda esperar con el reglamento”.
“Estamos preocupados de que el reglamento no cambie la ley ni agregue algo a lo ya normado en la ley”, señaló Baertl a Gestión.pe.
Los temores crecen si se tiene en cuenta que para la elaboración del reglamento representantes del Gobierno han tenido reuniones con los trabajadores del sector, pero no con las empresas.
“Hasta ahora no hemos sido invitados, deberíamos también participar”, anotó Baertl, quien ayer fue uno de los expositores en la nueva edición del CADE Ejecutivos.
Competitividad en riesgo
Uno de los puntos más controvertidos de la nueva ley agraria es el establecimiento de un bono especial por trabajo agrario (BETA), equivalente al 30% de una remuneración mínima vital (bono con carácter no remunerativo).
“Es preocupante que el Congreso se haya convertido en el ministerio de Trabajo y por ley disponga un aumento de 30% (en la remuneración). Eso nunca se había visto”, criticó Baertl.
Agregó que el costo de la mano obra representa entre el 30% a 60% del costo total de producción, según cada tipo de cultivo.
Por lo que el impacto de la nueva ley será mayor en el caso de los cultivos que requieren de mayor mano de obra.
En este grupo se encuentran la producción de espárragos y arándanos, indicó. “Algunos cultivos pueden dejar de ser competitivos, van a tener problemas”, advirtió.