“Hoy la empresa líder no es necesariamente la más grande, sino la más ágil y eficiente". (Foto: GEC)
“Hoy la empresa líder no es necesariamente la más grande, sino la más ágil y eficiente". (Foto: GEC)

En la actualidad, las empresas presentan un desafío para mantener su rentabilidad en entornos cambiantes y competitivos, lo que puede afectar su eficiente desarrollo a corto plazo. Ante ello, se debe prestar atención a aspectos relevantes como las habilidades blandas, que representan un activo fundamental en el crecimiento de las organizaciones si se trabajan adecuadamente.

1. Gestionar el talento humano:

En este caso, la gestión de talento de los colaboradores se convierte en un factor clave para el éxito de las organizaciones. Según Delia Rojas, gerente regional de Desarrollo de habilidades gerenciales de London Consulting Group, es fundamental alinear la estructura y cultura organizacional hacia una meta común, ya que de esta forma permitirá enfocar los esfuerzos del equipo hacia un mismo objetivo. Posteriormente, esto se verá reflejado en mejores resultados para la empresa.

Se debe recordar que, en un entorno económico que requiere ser más dinámico, es primordial que el talento acompañe los cambios que requieren las organizaciones.

“Hoy la empresa líder no es necesariamente la más grande, sino la más ágil y eficiente, y esto tiene mucho que ver con el compromiso y valor agregado que aporta cada uno de los integrantes del equipo”, aseguró la especialista.

2. Desarrollar las habilidades blandas

Las habilidades blandas o “soft skills” son atributos personales que contemplan la capacidad para trabajar de manera efectiva. Entre ellas, se encuentran la inteligencia emocional, el trabajo en equipo, la comunicación efectiva, la empatía, la creatividad, la apertura al cambio, entre otras. Estas son requeridas por las organizaciones para alcanzar el éxito laboral.

En ese sentido, se deben identificar las áreas de oportunidad en las organizaciones para prepararlas ante un posible escenario crítico o de insolvencia económica. Ello gracias a la realización de un diagnóstico que permita trabajar mediante la optimización del uso de recursos en conjunto con los servicios integrales de gestión. De esta forma, se garantiza una mayor rentabilidad en el momento adecuado.

3. Mejorar la gestión de cambio organizacional:

Existen varias técnicas que permiten gestionar el cambio en las empresas y buscan aumentar la efectividad de sus equipos, empoderar a los líderes, mejorar el clima organizacional y entender las métricas que logren alinear la estructura en torno a la consecución de los objetivos del negocio.

Algunas de las técnicas utilizadas son Design Thinking, Canvas, metodologías ágiles, Lego seriously creative, las cuales facilitan una construcción colectiva de ideas en donde los colaboradores forman parte activa en la gestión del cambio.

Finalmente, la experta señala que, para alcanzar el éxito, se requiere abordar los cambios desde dos perspectivas: tanto en la mejora de eficiencia en los procesos como en mantener un excelente clima organizacional, razón por la que es indispensable que la empresa acompañe el cambio con diferentes sesiones de formación, coaching y seguimientos en el área de trabajo con los colaboradores. De este modo, los resultados se pueden potenciar.

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