La situación política que vive el Perú que empezó con la vacancia del expresidente Martín Vizcarra y que se extiende hasta hoy, está teniendo un impacto directo en la recuperación del empleo, que ha sido sumamente afectado por el COVID-19, debido a que las convocatorias para contratar nuevo personal se han estancado desde el lunes 9 de noviembre (día en que se vacó a Vizcarra).
“La crisis política está teniendo un efecto directo sobre el empleo de manera muy rápida ya que desde el lunes, que sale Vizcarra, notamos en los siguiente días un estancamiento (de las convocatorias laborales). Si bien la pandemia afectó en la cantidad de procesos de empleo, pese a ello ya veíamos una leve recuperación con una curva ascendente de 10%, pero de pronto las empresas decidieron congelar sus nuevos procesos de contratación de personal y es como poner una pausa al crecimiento. La semana que pasó fue de parálisis total de procesos de empleo”, explicó a Gestión.pe el gerente de Bumeran en Perú, Joseph Zumaeta.
A reglón seguido, el especialista detalló que -como consecuencia de la pandemia- de los 20,000 convocatorias laborales publicados al mes en el portal de Bumeran, está retrocedió a 5,000 la que fue recuperándose a 18,000 avisos hasta octubre, pero “la inestabilidad política generó un freno a la curva ascendente que estábamos registrando”.
¿Qué se esperaría para los siguientes días, tras la salida de Merino y la instalación de un nuevo gobierno de transición? Sobre el particular, Zumaeta consideró que las empresas todavía van a continuar cautas en reactivar sus procesos de contratación de personal.
“Los empresarios están muy escépticos con lo que puede ocurrir ahora y hasta que no tengamos un panorama más claro, los procesos de empleo continuarán estancados hasta conocerse la decisión que se tome en adelante en materia política y económica”, manifestó.
Remarcó que -antes de la vacancia- ya se estaba notando una reactivación del empleo con convocatorias dirigida a rangos medios.
“Se estaba demandando servicios de venta así como especialistas para puestos más operativos que podían ayudar a reactivar las industrias como operarios, personal de mantenimiento y de servicios. Las posiciones de rangos medios es lo que se estaba reactivando más rápidamente en cambio las posiciones gerenciales venían todavía frenadas por efecto del COVID. No obstante, con la crisis política todo ha quedado parado”, acotó.
Igualmente dijo que había cierto optimismo por parte de los empleadores a raíz del anunció hecho por la administración Vizcarra para el otorgamiento de un subsidio estatal a fin de promover la contratación de jóvenes, la que -por efecto de la crisis- quedo descartado. Situación que -en su opinión- también tendrá un impacto en la reactivación del empleo, sobre todo el dirigido a los más jóvenes.
“El empresario, en general, que está con mucho interés de recuperar sus niveles de inversión preCOVID y recuperar también al personal que fue perdiendo por efecto de la pandemia se ve frenado cuando hay marcha atrás de nuevas leyes e incentivos. (El empresariado) Siente el impacto cuándo no se sabe hacia donde va el liderazgo de un país”, agregó.
Otro efecto que también está generando la crisis política está relacionado al sueldo para las nuevas contrataciones.
“Los sueldos (en las nuevas plazas) por efecto del COVID ya venían bajos. Por ejemplo el sueldo promedio para nuevas plazas estaba bordeando entre los S/ 3,000 a S/ 3,800 pero ahora esta media a bajado a S/ 2,000 y S/ 2,500. Esto se debe a la forma en cómo se está reactivando el mercado. La coyuntura no permite a las empresas ofrecer más dinero”, subrayó.
Zumaeta alertó que si la situación política se sigue extiendo y la incertidumbre continúa, no solo se demorará la reactivación de los procesos de contratación de personal sino que los sueldos a ofrecerse podrían ser menores ya que “estas crisis afectan al bolsillo de los empresarios, la que se denota en dos acciones: la no contratación de personal o la salida de empleados”.