Más mujeres que hombres dijeron que tienen menos poder para solicitar un aumento de sueldo o mejoras en los beneficios a la luz de la pandemia, lo que indica que el coronavirus ha arraigado la disparidad de género en la negociación salarial, según una encuesta de Moody’s Analytics y Morning Consult.
Las mujeres de todas las razas y grupos de ingresos tienen menos probabilidades de negociar aumentos que los hombres, según la encuesta de las instituciones realizada a 5,000 adultos estadounidenses a mediados de setiembre. Alrededor del 15% de las mujeres dijeron estar más dispuestas a solicitar aumentos debido al impacto del virus, en comparación con el 20% de los hombres.
La pandemia ha afectado particularmente las perspectivas laborales de las mujeres, ya que han sufrido una mayor pérdida de empleos que los hombres durante la ola inicial del coronavirus y se espera que tarden más en volver a los niveles de empleo previos a la pandemia.
Para las mujeres que pudieron permanecer en la fuerza laboral, la falta de poder de negociación significa que será menos probable que disfruten de aumentos salariales incluso cuando la demanda laboral se fortalezca a medida que la economía se recupere.
“Uno de los pilares fundamentales de la economía es la competencia libre y justa para impulsar los precios, incluido el costo de la mano de obra”, dijo John Leer, economista de Morning Consult. “Simplemente no está sucediendo”.
La falta de poder de las mujeres en la negociación salarial contribuye a un aumento salarial lento y, en última instancia, “actuará como un obstáculo para el gasto de los consumidores y otras medidas de estabilidad financiera”, dijo Leer.
Los trabajadores que perdieron ingresos, pero mantuvieron sus empleos o encontraron un nuevo empleo durante la pandemia, se mostraron más reacios a negociar sus salarios. Alrededor de 31% de esos trabajadores dijeron que estaban menos dispuestos a pedir un aumento salarial o mejores beneficios, en comparación con el 18% de los trabajadores que no perdieron ingresos durante la pandemia.
Los hombres, los trabajadores más jóvenes de entre 18 y 44 años, y aquellos con títulos de posgrado se sintieron más cómodos respecto de las negociaciones salariales y tuvieron más éxito al hacerlo, según la encuesta.
Los trabajadores negros en empleos esenciales informaron las tasas más altas de comodidad y éxito en la solicitud de aumentos frente a sus pares blancos e hispanoamericanos, aunque los investigadores no pudieron ofrecer ninguna explicación disponible.